Página 60 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
I
INFOAGRO COLOMBIA
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I
SEPTIEMBRE
2013
Paro cafetero, segunda fase de la
enfermedad holandesa
Aurelio Suárez Montoya
El Tiempo, 12 de Marzo del 2013
Los mismos escépticos atribuyen a las mo-
vilizaciones sociales causas exógenas a las
realidades económicas.
Algunos niegan el curso de la enfer-
medad holandesa en Colombia, pese a los
resultados que expresan prácticamente los
síntomas clásicos de este mal, como la pér-
dida de participación en el PIB de la agricul-
tura y la industria y su paulatino marchita-
miento; como una apreciación en la tasa de
cambio del 40 por ciento en una década, de
las más altas del mundo; o como la susten-
tación del desarrollo nacional en la explo-
tación y exportación de recursos naturales
no renovables y el sector financiero. Debe
agregarse a esta evolución, como agravan-
te, el que la política económica tenga al ca-
pital extranjero como variable principal del
crecimiento, en simultánea con una iniciati-
va monetaria expansiva ilimitada en monto
y tiempo de la Reserva Federal.
Los mismos escépticos atribuyen a las
movilizaciones sociales, como el paro ca-
fetero, las protestas de arroceros, algodo-
neros y maiceros o transportadores o a las
demandas de industrias de textiles y au-
topartes, causas exógenas a las realidades
económicas. Increpan a los “indignados”
por falta de competitividad (la tasa de cam-
bio es elemento básico) o reducen los epi-
sodios a burdas refriegas politiqueras o a
SELECCIÓN
DE ARTÍCULOS
DE
AURELIO SUÁREZ MONTOYA
casos de policía.
A contramano de dichas opiniones, he
advertido de los daños que la política eco-
nómica vigente causa al desarrollo armóni-
co entre los distintos sectores, y explico la
“agitación social” como segunda fase de la
enfermedad holandesa. Consiste, como lo
enseñan varios textos, en cómo los agentes
afectados demandan los recursos genera-
dos en otros campos. De hecho, el 82 por
ciento de las ganancias empresariales las
registran las cien más grandes empresas,
prioritariamente, mineras y financieras.
Ecopetrol, por ejemplo, ha trasladado
a Hacienda cerca de 30 billones de pe-
sos en los dos últimos años, suma que