Página 10 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
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INFOAGRO COLOMBIA
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SEPTIEMBRE
2013
de Aburrá y San Nicolás, en búsqueda de “El
Dorado” que solo encontraron mínimamen-
te sobre la base de la opresión y liquidación
de buena parte de los pobladores que ocu-
paban esas tierras, desde hacía varios siglos
atrás.
Ahora el nuevo“encomendero”del impe-
rio estadounidense, el Presidente Juan Ma-
nuel Santos, formaliza la entrega de tierras a
los monopolios financieros y comerciales es-
tadounidenses o de otros países dominados
por el capital gringo, para desenterrar con la
gran maquinaria a cielo abierto “El Dorado”
que no pudieron sacar los colonialistas espa-
ñoles.
Y como si fuera poco, hace limitadas con-
cesiones a los cafeteros, arroceros, cacaote-
ros, paperos, lecheros, paneleros y demás
productores de alimentos del agro, con la
mira puesta en finiquitar la quiebra total del
campo, entregar nuestro territorio al “amo
extranjero”y contribuir a la destrucción neo-
liberal de nuestra economía, como está ocu-
rriendo con los países víctimas de la expan-
sión neoliberal norteamericana por todo el
planeta.
La quiebra del campo y de la pequeña y
mediana industria de capital nacional, son
los primeras síntomas de la imposición de
los TLC con E.U. y otros países que han inva-
dido el mercado interno para mantener su
ideal de hacer los ricos extranjeros mucho
más ricos y a las grandes mayorías naciona-
les y del mundo, cada vez más pobres.
Ya los productores nacionales del agro
han decidido unificarse después de las
Asambleas de Dignidad Cafetera en Po-
payán. Ahora han conformado en Bogotá
la Mesa de Unidad Agraria Nacional para
plantear un pliego petitorio al Gobierno del
“Encomendero” Santos, petitorio que tiene
como fin central, defender su producción y
trabajo como parte de la defensa de sus vi-
das, nuestra soberanía y autodeterminación
nacional, como lo prueba La Vía Campesina
a nivel internacional.
Otro tanto intentan sectores patrióticos
de la industria que ven cada vez más cierto
que los TLC no los benefician, a excepción de
las más grandes empresas que se han con-
vertido en transnacionales, en abierta alian-
za con el capital monopólico internacional.
Estamos ante una nueva situación en la
que las grandes mayorías nacionales tienen
que decidir, civilizada y democráticamente,
lo que tienen que hacer para salvar nuestro
agro y nuestra industria, para bien de nues-
tro desarrollo nacional soberano, en benefi-
cio de las grandes mayorías del pueblo y la
nación Colombiana.
Y esa resistencia no puede ser solo gre-
mial, sino que también debe ser política
como lo viene proponiendo el Polo Demo-
crático Alternativo y otros sectores defenso-
res de la producción, el trabajo y la sobera-
nía nacional.