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Back setores Frigoríficos Las demandas del MPT resultan en una condena de 4 millones de dólares al grupo JBS por daños morales colectivos
Ascom - TRT/MT
Brasil
DH
JBS, la mayor empresa cárnica del mundo, incumple descaradamente las leyes laborales
Las demandas del MPT resultan en una condena de 4 millones de dólares al grupo JBS por daños morales colectivos
El grupo JBS fue condenado a pagar 4 millones de dólares por daños morales después de violar varios derechos laborales y exponer a los empleados de la unidad frigorífica de la ciudad de Juruena, ubicada a 740 kilómetros de Cuiabá, a condiciones inadecuadas de trabajo, bajo riesgo de sufrir accidentes y/o contraer enfermedades.
 
La condena es el resultado de tres casos recientemente juzgados por la jueza Mónica do Rêgo Barros Cardoso, en el Tribunal del Trabajo en Juína.
 
Entre las denuncias realizadas por el Ministerio Público del Trabajo (MPT), autor de las tres demandas civiles públicas que resultaron en condenas, los trabajadores estaban expuestos a fugas de gas amoníaco, almorzaban en un lugar sin una higiene mínima, expuestos a insectos debido a la presencia de un basurero enorme cercano a la empresa, trabajaban en turnos de más de 10 horas diarias y no tenían Equipos de Protección Personal (PPE) suficientes, entre otras irregularidades.
 
Las demandas, llevadas a cabo actualmente por la fiscal laboral Fernanda Alitta Moreira da Costa, fueron el resultado de la inspección realizada en el frigorífico por el fiscal Jefferson Luiz Maciel Rodrigues, del MPT en Alta Floresta, en noviembre del año pasado.
 
En diciembre, la jueza Claudirene Ribeiro, titular del juzgado,concedió una liminar litigada en uno de los procesos, suspendiendo el funcionamiento de la caldera de la unidad.
 
El sector presentaba una serie de problemas que ponían a los trabajadores del sector en peligro, y también a todo el complejo industrial, entre ellos, la iluminación y la salida de emergencia que eran inadecuadas, a los técnicos les faltaba capacitación, además de las fugas del gas amoníaco, utilizado en la refrigeración. Desde entonces, la empresa optó por cerrar la unidad de forma indefinida.
 
Comedor y beneficios
 
La falta de higiene en el comedor de la unidad y la condición impuesta a los trabajadores para que pudiesen recibir los beneficios de la canasta básica y del premio por productividad son dos de los muchos otros problemas señalados por la jueza Mónica Cardoso en las condenas.
 
Además de las diversas irregularidades en la estructura del local destinado como comedor de los más de 200 trabajadores, la condición de la comida que se sirve fue duramente criticada por la magistrada.
 
Según se destacó, la empresa llegó a servir alimentos a los trabajadores con larvas de moscas e insectos, una conducta que, describió la jueza como "impactante", sobre todo al venir de una empresa de alimentos de las dimensiones del grupo JBS.
 
En cuanto a los beneficios otorgados por la empresa únicamente a los trabajadores que no tuvieran faltas, aunque las mismas fuesen justificadas y con certificado médico, la jueza repudió el criterio utilizado al considerar que la compañía acosaba al empleado, obligándolo a asistir al trabajo, incluso sin condiciones de salud. "El ilícito perpetrado es una estratagema para garantizar la productividad y las ganancias a costa de la dignidad y el respeto por el bienestar y la salud de los trabajadores", aseveró.
 
La canasta básica y el premio, por cierto, estaban pensados para ser concedidos de forma incondicional a los trabajadores de la categoría, según norma colectiva aplicable. Con esto, la empresa, según la magistrada, creó una situación ilegal, violando su propia norma colectiva.
 
Daños morales
 
"La constatación de que una empresa de semejante porte sea demandada, además de ser conocida por ser la mayor empresa cárnica del mundo, y que viole rotundamente las leyes laborales en un pequeño municipio del interior de Mato Grosso, sin duda, lo que hace es generar daño a la comunidad, (...) en favor de su propio enriquecimiento y su rentabilidad, en una empresa que tiene la estructura y la capacidad financiera suficientes para cumplirde manera ejemplar, si quisiera, todas las normas de protección de los trabajadores", afirmó la jueza Mónica Cardoso en sus decisiones.
 
Las situaciones ilícitas verificadas en la inspección realizada por el MPT y comprobadas en el curso de los procesos representan, según la magistrada, el menosprecio a los derechos humanos básicos de los trabajadores y al valor social del trabajo, perjudicando a toda la sociedad.
 
Por lo tanto, reiteró, es necesario que todo esto sea combatido y repudiado. Pues, si la empresa de carne más grande en el mundo viola normas básicas de seguridad y de protección al trabajo, "imaginen lo que podemos esperar de los pequeños frigoríficos desperdigados por todo el país".
  
Valores
 
Cada una de las tres demandas presentadas por el MPT abarcó un sesgo específico de los problemas de la unidad de Juruena de JBS, resultando en condenaciones con distintos valores.
 
Por incumplimientos de las normas de higiene y de salud laboral comprobados en el comedor de la empresa, la jueza sancionó al grupo en medio millón de dólares.
 
Ya las irregularidades constatadas en la sala de máquinas, donde se produjo la fuga de gas amoníaco, y la operación de las calderas, el valor de la condena fue de un millón y medio de dólares.
 
La última indemnización, de 2,5 millones de dólares, se aplicó en las otras irregularidades constatadas, como la obligación de trabajar más de 10h por día, omisión y no supervisión de los EPP, entre otras.
  
 
Rel-UITA
3 de octubre de 2013
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