Aporta 4 millones 257 mil dólares
a la campaña electoral
Pero JBS no logra comprar impunidad
Nueva acción del MPT ante precarias
condiciones de trabajo
Pese a sus aportes a los principales partidos políticos, en los ocho meses transcurridos desde el inicio del año la transnacional brasileña JBS, mayor procesadora de carne del mundo, ha sido penada por cuarta vez por incumplimiento de leyes laborales.
JBS fue condenada a pagar a fines de agosto 2 millones de reales (894 mil dólares) por daños morales colectivos y no conceder a los trabajadores que laboran en ambientes artificialmente fríos en el frigorífico del municipio de Pontes e Lacerca (ubicado a 450 kilómetros de Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso) lugares adecuados para el usufructo del intervalo de recuperación térmica.
Esta es la cuarta sanción que experimenta la empresa en lo que va del año, que en total suman cerca de 8,5 millones de reales (3,8 millones de dólares) por irregularidades laborales en las plantas de los estados de Acre, Maranhão y Rio Grande do Sul.
En la última sentencia, la jueza de Pontes e Lacerca aprobó la medida preliminar del Ministerio Público del Trabajo (MPT) de junio de este año, que obligó al frigorífico a realizar mejoras en el medio ambiente de trabajo.
La empresa dispone de 60 días para construir un espacio apropiado, desde el punto de vista del bienestar térmico y acústico, para el descanso de los trabajadores.
Finalizado ese plazo, la multa prevista es de R$ 50.000 (22.321 dólares) por día de incumplimiento.
Condiciones de trabajo extremamente gravosas
Labores con excesos en el ritmo de trabajo
El funcionario del MPT que actuó en el caso explicó que las actividades desarrolladas en los frigoríficos son caracterizadas por una acentuada insalubridad. “Las condiciones de trabajo en el sector son extremamente gravosas. Son actividades con excesos en el ritmo de trabajo, exposición a agentes insalubres y jornadas excesivas.
En esta situación, las pausas y las condiciones en que las mismas son realizadas son medidas decisivas para reducir las enfermedades y accidentes de trabajo”, manifestó.
El intervalo para recuperación térmica está previsto en la Consolidación de la Leyes del Trabajo (código del trabajo brasileño) y en la recientemente aprobada Norma Reguladora Nº 36 (NR36) del Ministerio del Trabajo y es de enorme importancia para preservar la salud de los trabajadores expuestos habitualmente a bajas temperaturas.
El frigorífico multado proveía a los trabajadores de las cámaras frigoríficas dos lugares para el descanso. Uno, estaba situado a una distancia de 250 metros del local de trabajo y el trayecto debía hacerse a pié y al aire libre sin importar que existiera sol o lluvia.
El otro, usado para recuperación térmica, estaba ubicado en un lugar carente de cualquier sistema de refrigeración o ventilación que asegurase un mínimo de confort.
Según el MPT y la jueza actuante, “además del tiempo invertido por los trabajadores para ir y retornar a esos locales, los mismos dejaban a los empleados sujetos a una serie de complicaciones de salud debido al cambio brusco de temperatura”.
El pasado marzo, JBS fue sancionada por la Justicia de Trabajo de Maranhão y de Rio Grande do Sul por problemas relacionados al medio ambiente de trabajo y por incumplimiento de las normas de salud y seguridad en el trabajo y en Acre por someter a los trabajadores a riesgos de accidentes.
¿JBS comprando impunidad?
El MPT y su labor por el trabajo decente
En su edición del pasado 7 de agosto, el periódico brasileño Zero Hora divulgó cifras del Tribunal Superior Electoral sobre las donaciones de algunas empresas a los partidos políticos.
JBS aparece contribuyendo con 5 millones de reales (2,24 millones de dólares) al candidato a la presidencia por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) Aécio Neves, actualmente tercero en las encuestas y 4,5 millones de reales (2 millones 17 mil dólares) a la actual presidenta Dilma Rouseff, del Partido de los Trabajadores (PT) que aspira a su reelección.
En total son 4 millones 257 mil dólares invertidos para ganar en impunidad.
Esta aseveración es producto de que nos resistimos a admitir que una empresa como JBS, dispuesta a pagar en un año más de 4 millones de dólares en multas –seguramente en los próximos meses nos enteraremos de nuevas sanciones- por no suministrar condiciones de trabajo adecuadas a sus trabajadores, apueste a otra cosa que no sea obtener privilegios para incrementar sus ganancias.
En las últimas semanas el panorama electoral ha variado y Dilma,hasta entonces franca favorita en las encuestas, se encuentra en un virtual empate con Marina Silva del Partido Socialista Brasileño (PSB).
En su condición dejugador en el casino electoral, frente a este nuevo escenario JBS tendrá que renovar -y aumentar- sus apuestas. Para decirlo en términos financieros: tanto las sanciones como las apuestas se cotizan al alza.
En este incalificable juego de apuestas políticas con la impunidad como premio, es justo destacar la independencia en sus acciones por parte del MPT.