En Asunción,
Misión Rel-UITA en Paraguay
Con Marcela González Ricart
"Sin solución para el problema
de la tierra, nada se podrá resolver"
de la tierra, nada se podrá resolver"
Abogada, integrante de la Juventud del Partido Revolucionario Febrerista (PFR), Marcela nos recibió en la Casa del Pueblo del Partido donde cumplen prisión domiciliaria seis campesinos imputados injustamente por la masacre de Curuguaty. Volver a esa Casa nos retrotrae a 1988, cuando iniciamos los primeros contactos con ese Partido -referente en la lucha antiestronista-, y muchos de sus entonces jóvenes militantes participaban en los cursos de capacitación política y sindical que la Rel-UITA realizó en la ciudad de Porto Alegre por aquellos años.
-¿Por qué febrerista...?
-Mi abuelo integró el Partido desde 1947, y antes de dormir nos contaba las historias de su militancia, sus peripecias y las razones que lo llevaron a ser febrerista.
-Mi abuelo integró el Partido desde 1947, y antes de dormir nos contaba las historias de su militancia, sus peripecias y las razones que lo llevaron a ser febrerista.
Así que desde muy pequeña abracé la lucha tratando de incidir políticamente desde los espacios sociales. El día en que murió mi abuelo, Juan José Ricart Torres, la presidenta del Partido se me acercó y me invitó a participar. Y en honor a mi abuelo y a la lucha, aquí estoy.
-¿Y por qué este apoyo a los campesinos de Curuguaty?
-Estamos conscientes de que nosotros, desde la Juventud del Partido, tenemos que incidir para generar la participación apoyando las luchas sociales, como en este caso de Marina Cué, en Curuguaty.
-Estamos conscientes de que nosotros, desde la Juventud del Partido, tenemos que incidir para generar la participación apoyando las luchas sociales, como en este caso de Marina Cué, en Curuguaty.
Éste es un capítulo crucial de la lucha por la tierra, el punto neurálgico de casi todos los conflictos que existen en el Paraguay. Si el problema de la tierra no se soluciona correctamente, casi nada se podrá resolver. Y es por ello que con gran entusiasmo estamos apoyando esta lucha.
-¿Cuándo llegaron los campesinos a la Casa del Pueblo?
-Los campesinos y campesinas injustamente detenidos llegaron aquí para la primera audiencia que se marcó para junio de este año, que duró tres días y luego se suspendió. Y luego regresaron aquí el 15 de julio, un mes después, para la continuación de la audiencia.
-Los campesinos y campesinas injustamente detenidos llegaron aquí para la primera audiencia que se marcó para junio de este año, que duró tres días y luego se suspendió. Y luego regresaron aquí el 15 de julio, un mes después, para la continuación de la audiencia.
-Cuando un sentimiento de ajenidad domina a la clase política ante la lucha popular, ustedes ponen esta Casa al servicio del pueblo...
-La Casa del Pueblo está abierta para todos los hombres y mujeres que luchan. Si no diéramos este respaldo a estas mujeres y estos hombres, este local no debería llamarse la Casa del Pueblo. Y la Juventud de este Partido así lo quiso, lo solicitó y lo está gestionando.
-La Casa del Pueblo está abierta para todos los hombres y mujeres que luchan. Si no diéramos este respaldo a estas mujeres y estos hombres, este local no debería llamarse la Casa del Pueblo. Y la Juventud de este Partido así lo quiso, lo solicitó y lo está gestionando.
Esta solidaridad es muy importante para nosotros, y además se vuelve a utilizar esta Casa, que tiene una rica historia, como un espacio de resistencia.
La Casa del Pueblo es un albergue para la lucha social, y en ella la juventud es protagonista. El futuro, por lo tanto, está asegurado.
Foto: Gerardo Iglesias
Rel-UITA
7 de agosto de 2013