-Desde América Latina hemos seguido con mucha atención el proceso de cierre de las plantas de Coca Cola. Lo último que se ha sabido al respecto es el pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia. ¿Podrías hacernos un resumen de su fallo?
-La Audiencia Nacional declaró que en cinco supuestos el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) era nulo.

El Tribunal Supremo se expidió sobre uno solo de esos supuestos, el primero, y estableció que la compañía había vulnerado el derecho de huelga, inscrito en la Constitución española. A partir de ahí declaró nulo el expediente.

Ahora es la compañía la que debe actuar. Va a tener que acatar la decisión del Supremo, pero veremos cómo y cuándo lo hace. Deberá readmitir a todos los trabajadores despedidos.

En función de cómo interprete la compañía esa decisión se verá si hay posibilidades de acordar o no.

-¿Los tomó por sorpresa esta decisión del Supremo?
-A partir del momento en que la Audiencia Nacional, el segundo órgano del Estado en importancia, declaró que la compañía había vulnerado el derecho de huelga, teníamos esperanza de que el Supremo se pronunciara en ese sentido, porque esa había sido la tradición.

Sí teníamos dudas respecto a los otros cuatro supuestos, porque la reforma laboral en este país ha sido muy dura.

Suponemos que en dos semanas se conocerá el texto completo de la sentencia. Veremos qué es lo que dice.

Por otra parte, hay pendiente otro juicio que dependía de este, el de los traslados. Creemos que el Supremo también, los declarará nulos, al estar inscritos en el mismo proceso.

-Cuando hablas de traslados, ¿a qué te refieres en concreto?
-A los trabajadores de Madrid que fueron trasladados a Valencia, los que estaban en Asturias y fueron trasladados a Bilbao y los que estaban en Baleares y fueron trasladados a Barcelona.

Fue una decisión muy traumática para los involucrados.

-La compañía fue muy desprolija en su actuación en todo este proceso, ¿no es así?
-Sí, no llevó bien las cosas. Tal es así que cambiaron a la dirección de recursos humanos y al bufete de abogados…

Mucho tiempo atrás le dijimos a la compañía que era un error de su parte que se jugara todo a la justicia en vez de apostar al diálogo social y a negociar con los sindicatos, pero en su seno triunfó la tesis de que iban a obtener razón el Tribunal Supremo.