El informe de la Secretaría Regional de la UITA, elaborado por Enildo Iglesias, dibujó el mapa de las empresas hoteleras españolas en América Latina y fue la punta del ovillo a partir de la cual comenzamos a trabajar por este Convenio.

Esa información nos permitió iniciar las conversaciones con Meliá, demostrándole que ellos también estaban participando en un esquema de explotación de los trabajadores. Para ellos fue una sorpresa comprobar la calidad y abundancia de los datos que teníamos sobre todas las cadenas hoteleras españolas que actúan en la región.

Este Convenio es bueno para la UITA porque podremos entrar en los locales de trabajo, colaborar para que se formen sindicatos donde no los haya, ayudar  a instituir una delegación interna que pueda tener condiciones para funcionar con normalidad.

En el Convenio, la cadena reconoce que “como firmante del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, Meliá está comprometido a respetar la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT de 1998”, y confirma su compromiso de “respetar el derecho de los trabajadores a constituir libremente las organizaciones sindicales según su voluntad y elección”.

También se establecerá un calendario de común acuerdo para definir las condiciones en las cuales se llevará localmente a la práctica este Convenio, sobre todo apuntando a “informar a los trabajadores de sus derechos con respecto a la libertad de organización y negociación colectiva (…) y a permitir que los representantes sindicales comuniquen a los trabajadores, para formar y unirse a organizaciones sindicales sin sufrir ningún tipo de represalia o discriminación”.

El Convenio prohíbe expresamente el trabajo infantil, establece un “trato igualitario en los salarios para hombres y mujeres que realicen idéntica tarea”, así como compromete la ausencia de discriminación “por sexo, origen étnico, religión, idioma, edad, opiniones políticas u orientación sexual”.

Meliá se compromete, además, a hacer lo necesario para que los principios de este Convenio sean conocidos y aplicados por todos los hoteles integrantes de la cadena en todo el mundo.

El Acuerdo también le es útil a la empresa, porque cuando los trabajadores están organizados se termina la competencia desleal, se acaba el trabajo precarizado y se brinda un mejor servicio. Hay lugares donde se trabaja apenas por la comida y en jornadas muy extensas. Esta explotación permite costos mucho más bajos que redunda en tarifas más baratas, como ocurre en varias compañías hoteleras.

Meliá tiene 380 hoteles en distintos lugares del mundo y con perspectivas de crecimiento muy fuerte, especialmente en América Latina y Asia. Nosotros queremos que en una empresa rica y pujante como ésta, los trabajadores tengan salarios y condiciones de trabajo dignas, tengan un trabajo decente.

Este Acuerdo global con Meliá es también un punto de referencia a alcanzar en todas las demás cadenas, y una excelente herramienta para consolidar las organizaciones que ya existen y generarlas donde aún no las haya.

Desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) incrementaremos nuestro apoyo a la UITA para cumplir con ese cometido.

Debo confesar que personalmente siento satisfacción porque éste es el primer Convenio Marco de mi gestión como presidente del sector HRCT de la UITA.