En Panamá,
La masacre de Changuinola
Con Abel Becker
Con Abel Becker
¡Prohibido olvidar!
El Estado reconoció la masacre y repara a las víctimas
Tras cinco años de luchar por justicia, los trabajadores bananeros afectados por la gran represión llevada a cabo durante el gobierno de Ricardo Martinelli en 2010 obtuvieron una importante conquista con la sanción de una ley de reparación para las víctimas, en su inmensa mayoría indígenas que trabajan en la industria bananera.
En ocasión de nuestra reciente visita a Panamá, dialogamos con Abel Becker, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano y Agropecuaria y Empresas Afines (SITRAIBANA) para conocer los detalles de esta norma y cómo se está implementando.
-¿Cómo es la situación de los afectados por la masacre del 8 de julio de 2010?
-Complicada en términos de salud y de calidad de vida de esos compañeros.
Finalmente, y después de cinco largos años de ardua lucha, el pasado 30 de abril el gobierno del presidente Juan Carlos Varela sancionó una ley por la cual ofrece una indemnización a los afectados y garantiza que se revise y reajuste cada tres años la cuantía que se pagará a los damnificados.
También logramos que se les brinde como día feriado remunerado el 8 de julio a todos los trabajadores bananeros de la región de Changuinola.
Este era uno de los desafíos que teníamos como dirigencia sindical. Teníamos como un compromiso moral y de principios conseguir que se aprobara este día como de duelo, en memoria a los caídos. Para que nunca se olvide.
Lo otro es que se crea una comisión permanente que se ocupará de dar seguimiento a los afectados, en la que participarán todos los ministerios y la Presidencia de la República, además de los trabajadores.
Nuestra organización Sitraibana será representada en esa comisión por Andrés Becker. Jacinto Quintero, presidente del Comité 8 de julio, y Erasmo Cerrud, del CUNUSI, serán los responsables de dar apoyo a los afectados dentro de este nuevo programa.
-¿Cómo es la situación de los afectados por la masacre del 8 de julio de 2010?
-Complicada en términos de salud y de calidad de vida de esos compañeros.
Finalmente, y después de cinco largos años de ardua lucha, el pasado 30 de abril el gobierno del presidente Juan Carlos Varela sancionó una ley por la cual ofrece una indemnización a los afectados y garantiza que se revise y reajuste cada tres años la cuantía que se pagará a los damnificados.
También logramos que se les brinde como día feriado remunerado el 8 de julio a todos los trabajadores bananeros de la región de Changuinola.
Este era uno de los desafíos que teníamos como dirigencia sindical. Teníamos como un compromiso moral y de principios conseguir que se aprobara este día como de duelo, en memoria a los caídos. Para que nunca se olvide.
Lo otro es que se crea una comisión permanente que se ocupará de dar seguimiento a los afectados, en la que participarán todos los ministerios y la Presidencia de la República, además de los trabajadores.
Nuestra organización Sitraibana será representada en esa comisión por Andrés Becker. Jacinto Quintero, presidente del Comité 8 de julio, y Erasmo Cerrud, del CUNUSI, serán los responsables de dar apoyo a los afectados dentro de este nuevo programa.
Cinco años en el olvido
Insensibilidad de los poderes públicos
-Esto es algo positivo, se reconoce desde la administración nacional que hubo un hecho represivo en esa zona…
-Sancionar una ley que ofrece una indemnización es un paso del Estado panameño, porque reconoce la masacre de esa fecha y abre camino a que se continúe con la investigación de los hechos.
-Cuéntanos sobre los compañeros, los más afectados por la represión…
-Tenemos 82 compañeros que perdieron parcialmente la visión y dos que quedaron completamente ciegos.
Hay dos viudas como saldo de la masacre. En total más de mil trabajadores tienen perdigones en sus cuerpos.
-¿Cómo se dio la atención a estos trabajadores y sus familias?
-Hubo muchas fallas y una clara falta de sensibilidad por parte de las autoridades del momento y de los médicos designados.
Recuerdo el caso paradigmático del compañero Alfredo: recién después de cinco años logramos que le extrajeran un cartucho de bala de su cuerpo. Durante ese período estuvo con esa herida sin curar y sin que nadie le ofreciera ayuda.
Muchos compañeros padecen dolores de cabeza constantes y malestares varios. Además de los dos muertos de ese día, hubo seis casos de suicidio de compañeros afectados.
-¿Cuáles son los pasos a seguir?
-Lo principal será el monitoreo permanente de ley 28 y su total cumplimiento.
Estaremos vigilantes para que no se vuelva a dar una situación semejante en Bocas del Toro, que ningún gobierno tome medidas como las que se tomaron cinco años atrás.
Además quiero aprovechar para agradecer a la Rel-UITA por todo su apoyo, a través de la presencia del compañero Bernabel Matos y la tuya propia.
Estamos muy agradecidos por todo el respaldo que nos ofrecieron difundiendo la situación del pueblo de Changuinola para que llegara a los altos organismos de derechos humanos internacionales y a la opinión pública en general cómo el gobierno de la época se había ensañado contra este pueblo pacífico y trabajador.
Recientemente, la diputada Sulair Rodríguez redactó un proyecto de ley de amnistía para los trabajadores que fueron acusados en ese momento de terroristas y que tenían abiertos expedientes judiciales en su contra.
Con esta ley estos compañeros quedaron libres de cualquier cargo. Esta es otra de las grandes conquistas logradas.
Gerardo Iglesias, Abel Becker y Odelina Abrego | Fotos: SITRAIBANA
Rel-UITA
5 de julio de 2015