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Chiquita intransigente
En Montevideo,
Panamá
BANANO
Con Abel Becker
Chiquita intransigente
Pretende instaurar un sistema esclavista
de transporte de fruta
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Foto: Gerardo Iglesias
La filial panameña de la transnacional Chiquita pretende instaurar un sistema de transporte de fruta rayano con el trabajo esclavo. Los trabajadores se niegan y amenazan con ir a la huelga a partir del 4 de noviembre si no se llega a un acuerdo. La Rel conversó al respecto con Abel Becker, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano y Agropecuaria y Empresas Afines (SITRAIBANA).
“El domingo pasado, 12 de octubre, el Sindicato convocó a los trabajadores a una asamblea para definir cómo seguir con la negociación, teniendo en cuenta que la empresa se mantiene intransigente en cuanto a cambiar el sistema de carga de la producción, con previsibles consecuencias nefastas para la salud de los trabajadores bananeros”, señaló Becker
 
En julio, tres meses después de que se iniciara la negociación de un nuevo convenio colectivo con Bocas Fruit Company (Chiquita), la compañía pretendió imponer prácticas laborales que atentan contra la salud y seguridad de los trabajadores, lo que llevó a que la negociación se estancara y a que el Sindicato plantee la huelga como última salida.
 
Una compañía a lomo del hombre
Las pequeñeces de Chiquita
 
Hace casi una década que Bocas Fruit Company impulsa la idea de sustituir en Bocas del Toro el sistema de transporte de la fruta desde las plantaciones hasta las plantas empacadoras. En vez de que lo hagan máquinas lo harían personas.
 
El nuevo sistema implicaría al trabajador recorrer hasta dos kilómetros acarreando unos 20 o 25 racimos, que pesan entre 55 y 70 kilogramos cada uno.
 
“Le han venido dando diferentes nombres a este sistema: pechera, caja integral, acarreo manual. Ahora lo denominan abastecimiento de racimo continuo, pero el mejor nombre sería trabajo forzoso, algo que no aceptaremos bajo ninguna circunstancia”, destacó el dirigente.
 
Chiquita llevó a que la negociación de las cláusulas del convenio que permanecen pendientes desde abril se estancara y lanzó una campaña para denigrar a la organización sindical.
 
“Los administrativos de la compañía están intimidando a los trabajadores para que no sigan los lineamientos del SITRAIBANA, tergiversando lo expuesto por el Sindicato e incurriendo en prácticas desleales”, indicó.
 
“Estamos tratando de llegar a un acuerdo consensuado, dimos plazo hasta el 4 de noviembre para que la empresa desista de este retroceso en las condiciones laborales, ya que lo que plantea está más cercano al trabajo esclavo que a cualquier otra cosa.
 
Es inadmisible que en pleno siglo XXI se obligue a los trabajadores a realizar este tipo de carga”, enfatizó.
 
Becker no descarta la posibilidad de accionar una campaña internacional a través de la Rel-UITA para exigir a Chiquita que respete el código laboral panameño y  los convenios de la OIT.
 
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Rel-UITA
16 de octubre de 2014

Fotos: Gerardo Iglesias