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Resultados versus realidad
Resultados versus realidad
En Florianópolis, Anésio Shneider
Resultados versus realidad
Florianópolis: el turista paga mucho y el trabajador gana poco
Foto:puentemania.com
Comenzó el diálogo directo entre los sindicatos y los representantes patronales. Las primeras reuniones indican que el camino será largo y difícil porque lo que nos ofrecieron está muy por debajo de lo que los trabajadores necesitan y merecen.
En contrapartida, los números que arroja el turismo en Santa Catarina van muy bien, gracias. El aumento en visitantes, facturación, oferta de plazas y cantidad de bares, restaurantes y cafeterías nunca fue tan significativo en la Gran Florianópolis.
A pesar de que algunas investigaciones apuntan al desplazamiento de parte del turismo que llegaba a la Isla y sus alrededores hacia regiones como Camboriú e Imbituba, Florianópolis no puede quejarse cuando de popularidad se trata. Por séptima vez Santa Catarina fue elegida como el mejor destino turístico del país en una votación popular realizada por una de las más respetables revistas de Brasil.
Florianópolis entra en el ranking por poseer la playa con mejor infraestructura, por ser considerada el mejor destino para el turismo LGBTS nacional, y por estar entre los 10 mejores destinos en el mundo. Santa Catarina figura a su vez entre los cinco mejores destinos de América en el sitio web más popular del momento en evaluación de viajes.
Pero ¿por qué estoy reafirmando todos estos datos tan ampliamente divulgados por la prensa y utilizados por ediles, diputados, senadores, intendentes y gobernadores? Porque para que esa popularidad exista y se mantenga, hay un gran responsable: el trabajador que se desempeña en las recepciones de hoteles, en bares, restaurantes y cafeterías. Y como representante de sus intereses, tengo autoridad para afirmar que el escenario se encamina a contramano de las cifras.
Lo que se observa en el sector son bajos salarios, explotación de la mano de obra, rotación de personal, horas extra mal remuneradas o no remuneradas, cambio de funciones, falta de calificación provocada por la intensa carga horaria, pago “en negro”, banco de horas ilegal y mucha informalidad. El turista paga mucho y el trabajador gana poco. Esta lógica necesita ser equilibrada, so pena de que suceda un colapso social en breve.
Hasta que los empresarios no detengan la importación de mano de obra de otros estados o inclusive de los países vecinos siempre que se enfrenten con dificultades con los trabajadores locales, y pasen a remunerar de forma justa las actividades de un sector que le ofrece buenos réditos tanto en términos financieros como en términos de proyección social, el escenario no comenzará a cambiar. Esta es nuestra principal bandera.
SITRATUH
10 de julio de 2014