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Firman Convenio Colectivo de Hostelería en Baleares
Firman Convenio Colectivo de Hostelería en Baleares
En Palma de Mallorca,
España
CONVENIO | HOTELERÍA
Firman Convenio Colectivo
de Hostelería en Baleares
La patronal renunció a imponer más externacionalizaciones y a modificar la figura de los fijos discontinuos
Foto: Ernest Cañada
El miércoles 25 de junio se firmó el nuevo Convenio Colectivo de Hostelería en las islas Baleares.
El pre acuerdo se logró el 11 de junio, tras cinco meses de negociaciones y bajo la amenaza de que la temporada, en uno de los principales destinos turísticos de España, empezara con una huelga general en el sector.
Las pretensiones maximalistas planteadas por la patronal dificultaron las negociaciones, que fueron evaluadas por CCOO y UGT como un ataque frontal.
Ofensiva patronal
Proponer que se mantuviera la congelación salarial en un contexto de elevado desempleo y degradación de los servicios públicos con el consecuente empobrecimiento de la mayoría, “y cuando la patronal en 2013 había facturado más de 10.500 millones de euros, con una rentabilidad en torno al 5%-6%”, como recuerda Ginés Díez, Secretario General de la Federación de Comercio, Hotelería y Turismo de CCOO, fue percibido como una auténtica provocación.
Pero las otras medidas propuestas por el empresariado hostelero tampoco se quedaban atrás. La desregulación de la jornada laboral planteada se veía como una puerta abierta al engaño y al robo.
Esta medida supone, explica Díez, “que se puedan hacer más horas de las establecidas, y que teóricamente te lo devuelvan a final de temporada, o que en lugar de librar dos días consecutivos como tenemos ahora, se libren a final de temporada.
Pero sabíamos que eso sería la excepción, que en la mayoría de casos luego no pagarían nada, y después cómo demuestra uno eso”.
Esta propuesta de desregulación de la jornada laboral se parece mucho al sistema de Banco de Horas que funciona en Brasil en las principales compañías del sector hotelero y de la alimentación, que cuenta con el rechazo expreso del Ministerio Público de Trabajo (MPT) y de muchos sindicatos.
Los fijos discontinuos
Modificar la figura de los fijos discontinuos era también problemático, por cuanto se trataba de una conquista histórica de los trabajadores de la hostelería en Baleares y que los sindicatos siguen considerado intocable, tal como explica Antonio Copete, secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Juego de la UGT: “Se adapta como un guante a lo que es la actividad turística, porque trabajan cuando vienen los turistas y acaban cuando se marchan. Y ahora lo que quieren es llamarlos a la carta, y eso no puede ser”.
Finalmente la pretensión de externalizar los servicios en los hoteles traspasaba todas las líneas rojas. Ginés Díez explica qué significa la externalización de un modo sencillo: “implica que las camareras de piso sean de la empresa Juanito Pérez, que los cocineros sean de la empresa Pérez García, e igual los camareros; y cada uno va a negociar por su parte, y con empresas distintas. Habría un director, que imagino que sería de la propiedad que coordinaría todo eso, y lo demás serían empresas distintas”.
La externalización de este tipo de las actividades centrales supone romper con la unidad productiva del centro de trabajo y un ataque directo a las organizaciones sindicales.
Hasta el momento en España este mecanismo sólo se ha planteado de modo particular, en algunas empresas, pero no en toda una comunidad y con la pretensión que fuera refrendado por las organizaciones sindicales.
Divisiones en la patronal
Finalmente, y a pesar de las pretensiones iniciales de la Federación Empresaria Hotelera de Mallorca (FEHM), la asociación más fuerte de la patronal turística en Baleares, el convenio colectivo se ha firmado por 4 años, con posibilidades de renovación, con un aumento salarial del 1,125% anual, un 4,5% por el período total, y sin la inclusión de ninguna de las pretensiones iniciales propuestas.
¿Cómo se explica esta renuncia de los empresarios a sus pretensiones iniciales? La negociación se alargó durante varios meses hasta llegar al inicio de la temporada turística.
En este contexto la amenaza de huelga general en el sector por parte de los sindicatos, por difícil y costosa que hubiera sido para los trabajadores y trabajadoras, hubiera provocado fuertes pérdidas económicas. “Nos hubiéramos cargado la temporada turística”, asegura Ginés Díez.
Disputas en el sector empresarial
Asimismo, haber planteado la negociación en términos tan duros y provocativos, como hizo Aurelio Vázquez, presidente de la FEHM, tampoco convenció a buena parte del empresariado. A medida que pasaba el tiempo, y ante el riesgo de conflicto, se agudizaron las tensiones internas de los propios empresarios.
Un episodio particular da cuenta de estas divisiones. En medio de la negociación colectiva, el 28 de mayo la FEHM, y sin el acuerdo con las otras asociaciones patronales hoteleras del resto de España, presentó en Madrid una propuesta de Régimen Especial para Alojamientos Turísticos (REAT), compuesta por 50 medidas fiscales, laborales, administrativas y financieras dirigidas al gobierno de Mariano Rajoy.
Para Macià Blàzquez, miembro de Alba Sud, se trataba de favorecer al sector hotelero con un rescate estatal similar al que ya tienen las entidades financieras, concesionarias de autopistas, compañías eléctricas o la industria del automóvil, por medio de “apoyo financiero y reducción fiscal y de exigencias sociales y ambientales”[1].
En el ámbito estrictamente laboral estas medidas suponía una nueva vuelta de tuerca sobre lo que la patronal ya logró con la última reforma laboral. En concreto exigían: “suspensión de la limitación de concatenar contratos temporales”; “flexibilidad a la hora de adoptar medidas que supongan una modificación sustancial de la contratación”; “flexibilización de los requisitos formales para llevar a cabo un despido colectivo”; “facilitación para acudir al descuelgue salarial”; “reducción del coste indemnizatorio en las extinciones de aquellos trabajadores contratados temporalmente”; “posibilidad de contratación mediante empresas de trabajo temporal sin restricción alguna”; “promulgación de una ley específica que regule el Derecho de huelga” [2].
La presentación de esta batería de medidas provocó un fuerte rechazo a la gestión de Aurelio Vázquez al frente de la FEHM por parte de numerosas organizaciones empresariales vinculadas al turismo. “El presidente de los hoteleros provoca un cisma en el sector turístico”, así titulaba un artículo el Diario de Mallorca sobre el conflicto existente entre el empresariado turístico [3].
En él se daba cuenta de la opinión de gran parte de los empresarios no vinculados directamente a las grandes cadenas hoteleras, que calificaban de “prepotente” y “provocador” a Aurelio Vázquez y advertían sobre la huelga.
Estrategia errónea
La estrategia empresarial se relevó equivocada para sus propios intereses. Sus responsables fueron el núcleo más duro de las cadenas hoteleras, encabezadas por Iberostar y Barceló, representadas por el presidente de la FEHM, Aurelio Vázquez.
Una de las medidas clave que marcó el proceso de negociación fue que la federación empresarial mallorquina apartó a Carlos Sedano, quien les había asesorado en la negociación de los anteriores convenios colectivos, y contrató los servicios de Sagardoy Abogados, un bufete con sede en Madrid especializado en derecho laboral y caracterizado por sus posiciones confrontativas.
Este despacho fue quien asesoró al Gobierno de Mariano Rajoy en el diseño de la reforma laboral de 2012 y quienes representaron a Coca Cola en el despido colectivo de más de mil trabajadores a principios de 2014, que la Audiencia Nacional acabó anulando y obligando a la empresa a su readmisión.
Rel-UITA
30 de junio de 2014
Notas:
[1] Macià Blàzquez, El rescate hotelero, Alba Sud, 02/06/2014.
[2] Las 50 medidas que propone al Gobierno la Fehm, Preferente, 28/05/2014.
[3] F. Guijarro, El presidente de los hoteleros provoca un cisma en el sector turístico, Diario de Mallorca, 30/05/2014.