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Gerardo Iglesias
En Madrid,
España
CIERRE
Con Vicente Canet y Jorge Antonio Tomé, de la Federación Agroalimentaria de CCOO
La ruina de la vida
Coca Cola cierra plantas y deja en la calle a miles de trabajadores
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Vicente Canet y Jorge Antonio Tomé (Foto: Gerardo Iglesias)
La Rel entrevistó a Vicente Canet y Jorge Antonio Tomé, secretario de Acción Sindical de la Federación Agroalimentaria y secretario de empresas plurirregionales de Comisiones Obreras (CCOO), respectivamente, para conocer más sobre el sorpresivo cierre de cuatro plantas de Coca Cola en España.
 
-¿Los tomó por sorpresa esta decisión de Coca Cola de cerrar cuatro plantas embotelladoras, o era algo que se manejaba o estaba en discusión?
VC- No, para nada se discutió. Desde hace un par de años Coca Cola Company (CCC) viene forzando a sus franquicias embotelladoras a que se fusionen en lo que la empresa denomina como una reestructuración accionarial, pero que no conlleva una reestructura de puestos de trabajo.
 
En España, la fusión generó la Coca Cola Iberan Partners (CCIP) y vaya que es una sorpresa que la empresa decidiera a fines del año pasado cerrar cuatro plantas, sobre todo teniendo en cuenta que todas las embotelladoras han sido viables y por lo tanto no existe un motivo real para esta reestructura.
 
-¿La crisis financiera del país nada tiene que ver con esta medida?
-No lo creo. A pesar de que es cierto que el consumo ha mermado en virtud de la crisis que vive España, entre otras cosas porque los ciudadanos ya no adquieren tantos bienes y servicios como antes y porque muchos han migrado, al igual que han retornado cientos de inmigrantes a sus países de origen, varios estudios de mercado arrojan que Coca Cola salió reforzada de la crisis.
 
CCC tiene un monopolio del negocio en España
 
Prácticamente el 70 por ciento del valor de las bebidas refrescantes que se consumen en el país pasan por manos de Coca Cola.
 
Otras marcas, como Pepsi –que en algunas regiones suele competir con la compañía– en España ocupan una parte residual del mercado, por lo que el argumento de la crisis para el cierre de las embotelladoras sencillamente no es válido.
-¿Cuáles son los pasos que seguirán en los próximos días?
JAT-Estamos gestionando la instalación de una mesa de diálogo para que se trate este profundo y grave tema a partir de un plan industrial que aborde las verdaderas necesidades de la empresa, y no apenas desde la perspectiva del mayor beneficio.
 
La compañía obtiene ganancias anuales de unos 500 millones de euros y el único motivo para el cierre es garantizarse más ganancias. No hay una razón productiva.
 
Entonces, en una actitud solidaria con el país estamos proponiendo medidas de negociación y entendimiento para, en un plazo determinado, saber cuáles son los planes generales de CCIP en España.
 
-Mañana viernes 14 habrá una concentración frente a la embajada de Estados Unidos y el sábado 15 una marcha en Madrid.
-Sí, los trabajadores están dispuestos a luchar por sus empleos, que son muchos más de lo que se dice. Solamente aparecen los números de empleos directos  (unos 1.250), pero nada se habla de la ocupación indirecta que generan estas plantas.
 
Nosotros calculamos que indirectamente esta medida tendrá un impacto sobre casi 3.000 puestos de trabajo, entre transportistas, empresas de servicio, etcétera, que tercerizan para la compañía y que generalmente son los que más sufren cuando se da un cierre de estas dimensiones.
 
En la mesa se están planteando temas muy delicados, como que con el cierre mucha gente joven que se ha embarcado en planes de vivienda quedará embargada, o incluso desalojada si esto se concreta.
 
VC-Lo que estamos planteando es que si hay que hacer un ajuste que sea lo más equitativo posible, con alternativas que abarquen retiros voluntarios.
 
Este planteamiento brutal de despidos y cierres de plantas ha deteriorado enormemente la imagen  que tiene la sociedad española de la empresa Coca Cola.
 
Ya no es “la chispa de la vida”, y la gente está reconsiderando consumir productos de la línea.
 
Estudios han demostrado que el consumo de la bebida ha caído un 30 por ciento y que el proceso continúa, lo que representa un riesgo para los trabajadores que se quedan.
 
Por lo tanto insistimos en que la empresa debe rever su postura y cancelar el despido masivo y forzoso de trabajadores.
  
Rel-UITA
13 de febrero de 2014