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Mujeres del campo siguen postergadas
En Lima, Julia Vicuña Yacarine
Perú
AGRICULTURA
15 de octubre: Día Internacional de las Mujeres Rurales
Mujeres del campo siguen postergadas
Este 15 de octubre el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán demanda políticas que promuevan la pequeña agricultura con igualdad de género y permitan cerrar las brechas de inequidad que impiden a las mujeres del campo el pleno disfrute de sus derechos.
Blanca Fernández, coordinadora del Programa de Desarrollo Rural del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, señaló a La Rel que las mujeres tienen un rol importante en una actividad como la agricultura, que genera la principal fuente de alimentación de peruanas y peruanos. “Sin embargo, faltan avances para garantizar su derecho a la titularidad y uso de la tierra, al acceso a espacios de formación y capacitación técnica, a decidir en la organización comunal y a vivir sin violencia de ningún tipo, entre otros”, advirtió.
 
Según el IV Censo Nacional Agrario (CENAGRO) de 2012, persisten en Perú situaciones de desventaja para las mujeres rurales, por ejemplo en el ejercicio del derecho a la educación.
 
El analfabetismo femenino llega al 26,6 por ciento y el masculino al 8,9, mientras que del total de personas que no han accedido a ningún nivel escolar casi un tercio son mujeres (27,3 por ciento), contra 8,6 por ciento de los varones.
 
Si bien algo más del 30 por ciento de agricultores/as han titulado sus tierras, un tercio de ellos mujeres, casi la mitad (46,8 por ciento) no tienen título de sus parcelas ni lo están tramitando. De ese total, el 44,1 por ciento son mujeres.
 
A esta inseguridad jurídica se suma el hecho de que la mayoría de la mayoría (60,5 por ciento) de las personas que realizan trabajos agrícolas no remunerados son mujeres, según destacó Fernández.
 
La fuerza productiva de las mujeres rurales alcanza casi todo su ciclo de vida, pues asumen labores desde niñas y representan el 30 por ciento de los adultos mayores en actividad.
 
“El panorama de la agricultura muestra algunos cambios positivos, pero insuficientes, y se necesitan medidas urgentes para mejorar la calidad de vida de las mujeres y sus familias”, señaló.
 
Sostuvo que el crecimiento económico no se refleja en beneficios sustantivos para la población del campo, en especial de las mujeres, porque no se toman medidas para erradicar las condiciones que originan la pobreza y la desigualdad.
 
“Se requieren políticas de género, derechos humanos e interculturalidad, que además tengan en cuenta el actual contexto de cambio climático”, remarcó Fernández
 
El CENAGRO confirmó que la pequeña agricultura es fuente de seguridad alimentaria, al proveer más del 70 por ciento de los frutos que alimentan a la población nacional.
 
Las grandes empresas, en cambio, propietarias de la tierra, producen para los mercados externos.
 
“Si nuestra alimentación depende de la agricultura familiar, ¿qué espera el gobierno para invertir en este sector en condiciones de equidad?”, se preguntó Fernández, quien también manifestó que la declaración de 2013 como el año de la inversión para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria no ha pasado hasta ahora de los papeles.

 

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Rel-UITA
15 de octubre de 2013