“La marcha contó con la participación de cerca de 4.000 trabajadores y trabajadoras además de los productores fasoneros que se sumaron a las protestas por los bajos precios que JBS les paga por los pollos que crían para sus avícolas”, señaló Siderlei.
Según informó el dirigente, esta compañía -la principal exportadora de proteína animal del mundo- paga la ínfima suma de 0,60 reales (1 dólar equivale a 0,25 reales) por la unidad de pollo que producen los fasoneros.
“Además de enfocarnos en los abusos que imponen estas compañías, principalmente JBS, por sus políticas monopólicas, la movilización denunció las pésimas condiciones laborales y salariales de los trabajadores de los frigoríficos, no solo en Brasil sino en todo el mundo”, apuntó.
Para Siderlei, el hecho que JBS se niegue a negociar con los trabajadores es una muestra de su modo de operar en el país y en la región.
“Esta empresa, que recibe beneficios del gobierno a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, fondos públicos), registra condiciones laborales masacrantes y además interfiere ante las demás empresas del sector para que no negocien mejoras salariales y sociales para sus trabajadores, y esto es indignante”, enfatizó.
A esto se suma que la compañía frigorífica viene cerrando avícolas y curtiembres en todo el país y se han perdido miles de puestos de trabajo.
Consultado sobre los pasos que seguirán a esta movilización Siderlei informó que esperan una pronta reacción de JBS.
“Esperamos que nos convoquen nuevamente a la mesa nacional de negociaciones, de la que se bajaron unilateralmente en julio de este año.
De no ser así, junto a Rel-UITA comenzaremos una campaña internacional de denuncias contra esta empresa que se aprovecha de los beneficios sociales y no ofrece ningún tipo de contrapartida social”, concluyó.