-En 2005 me descubrieron tres hernias de disco.

 

-Sí.

 

-En el año 2000, trabajando, sufrí de un fuerte dolor. Seguí así incluso en 2001, cuando un médico me dijo que tenía un esguince, pero continué cumpliendo mis actividades laborales. En 2002 otro médico me dijo que tengo una hernia y en 2004 ya tenía otras dos, pero seguía trabajando normalmente sin que la empresa me reubicara.

 

Continué trabajando hasta que me dio otra "picada", donde quedé paralizado. Ahí sí me reubicaron y me enviaron al proceso de pos cosecha. Pero en 2005 volví a lesionarme, quedando con las piernas flexionadas, agachado y sin poder moverme hacia los lados. Estuve dos meses hospitalizado. Entonces los médicos me diagnosticaron tres hernias de disco.

 

-¿Qué pasó después?

-Es bueno aclarar que todo el tiempo me estuvo revisando la Empresa Aseguradora de Servicios de Salud (EPS) Saludcoop, a la cual sigo afiliado. Después de la hospitalización, y estando incapacitado, me remiten al ortopedista y luego al médico laboral. Los dos dicen que es necesaria la operación para extraer las hernias, de lo contrario no podría caminar más.

 

-No, todos me dijeron que era de origen común.

 

-Jamás. Siempre ellos argumentaron no haber recibido reportes de mis accidentes laborales. Después que me operaron, la ARL dijo que como ya me habían intervenido, entonces ellos no podían hacer una valoración.

-Me operaron el 10 de octubre de 2005. Los médicos me dijeron que me habían sacado las hernias y que habían colocado platino en las vértebras para sostenerlas. Estuve incapacitado dos años, período en el cual saqué un préstamo con la empresa para poder sostenerme económicamente. Pero luego continué presentando dolores lumbares fuertes sólo tratables con potentes analgésicos.

 

-El ortopedista y el médico laboral me valoraron de nuevo. Este último me envió a la Junta Regional de Calificación de Invalidez, que me dio un grado de 27,42 por ciento de discapacidad.  

 

Por supuesto, apelé ese dictamen, no solo por el porcentaje que me otorgaron, sino porque dijeron que la enfermedad era de origen común, algo en lo que yo no estaba de acuerdo. En la apelación me enviaron a la Junta Nacional de Calificación de Invalidez y me aumentaron el porcentaje de discapacidad a 34,27. Pero ratificaron que la enfermedad era de origen común.

 

-Sí, cada mes tengo control con medicina general y me envían analgésicos.

-Que será crónico, y que a pesar de la extracción de las hernias y de la colocación de los platinos, lo voy a seguir padeciendo, que nunca se me va a ir por completo. Y así es: cuando me muevo siento mucho dolor.

-Sí, me llegó una carta de la empresa para que me presentara a trabajar. Me reubicaron, pero no puedo desarrollar ninguna labor porque me la paso de incapacidad en incapacidad.

-Sí, claro, pero el Fondo de Pensión Santander (que luego fue  comprado por el Fondo Protección) me negó la solicitud, porque según ellos mi calificación  de invalidez era menor del 51 por ciento, lo cual me impedía acceder a este beneficio.

 

Además tengo el problema de que los aportes realizados por la empresa en 2000 y en 2003 a la administradora de pensiones Protección, no aparecen.

-Ahora estamos en trámite para que la información sea ajustada, tanto para la calificación de discapacidad, que aún es muy baja, como para el ajuste de las semanas cotizadas. Ha sido un respaldo muy grande y totalmente gratuito.