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Uruguay-Paraguay
HOMENAJE
Un cura comprometido
20151102 Uberfil Monzon 610
Foto: presidencia.gub.uy
A los 86 años murió la semana pasada en Montevideo el sacerdote Uberfil Monzón. En esta nota, Francisco Oliva, el jesuita español que se instaló en Paraguay hace tanto tiempo y tanto se ha dedicado a combatir en favor de los pobres, rinde homenaje a este religioso que atrás viviera en Asunción y fuera detenido y torturado por la dictadura de Alfredo Stroessner.
La noticia se corrió en seguida. Un sacerdote uruguayo al llegar a Paraguay había sido secuestrado por la  policía de Stroessner. Todo se puso en marcha para rescatarlo. Nos enteramos que venía para ayudar a la Conferencia Episcopal Paraguaya.

Los días que estuvo preso fue torturado salvajemente.

Monzón estaba vinculado a la Teología de la Liberación.

Recuerdo que vino un obispo uruguayo para liberarlo. Al bajar del avión una horda de militantes del Partido Colorado le arrojaron huevos.

Su nombre: Uberfil Monzón.

El domingo 25 de octubre de este año, falleció en Montevideo a los 86 años.

En el diario uruguayo La República hemos encontrado más datos de una entrevista con el padre Monzón.

“Me secuestraron el 27 de febrero de 1971. Luego vino la tortura por no decir lo que ellos querían. En el contexto de la tortura, que no es algo fácil de sobrellevar porque debe ser una de las cosas más demoníacas que uno puede concebir, yo viví la experiencia de Dios que se hizo presente”.

“Un día dije que iba a hablar. Me llevaron para otra pieza y sentí que no podía hacerlo, que era una canallada. Desde ese momento, estando al borde de la muerte, sentí que Dios me daba la fortaleza para enfrentar el sufrimiento”.

Últimamente, durante la primera administración de Tabaré Vázquez (2005-2010) Monzón se desempeñó como director del Instituto Nacional de Alimentación, siendo el primer sacerdote católico en ejercer un cargo político en un gobierno de izquierda en Uruguay.

Con el gobierno de José Mujica, Monzón ejerció el cargo de presidente honorario del Patronato de Encarcelados y Liberados.

En la anterior entrevista, el periodista le pregunta a Monzón cómo le gustaría irse de esta vida, a lo cual respondió: “Consciente de que he hecho todo lo posible para hacer el bien”.

Escribo estas líneas como agradecimiento a este hermano sacerdote uruguayo que vino a Paraguay para ayudarnos y sólo encontró la tortura de la dictadura de Stroessner.

Rel-UITA
2 de noviembre de 2015