
En junio, cuando pretendieron formar un Sindicato, 51 de los trabajadores de la firma fueron despedidos, y a los pocos días varios de ellos decidieron clavarse a cruces.
El deber del ministro de Trabajo es cumplir el artículo 98 de la Constitución, según el cual “Todo trabajador tiene derecho a organizarse en sindicatos, sin necesidad de autorización previa…para ello bastará con la inscripción del mismo en el órgano administrativo correspondiente”.
Pero el ministro de Trabajo nada ha hecho. Por el contrario, ha decidido servilmente seguir la consigna del presidente Horacio Cartes, que al asumir dijo que no quería la existencia de sindicatos porque “entorpecen la labor de las empresas”.
La salud de los crucificados, varios de ellos también en huelga de hambre, se está deteriorando y hacemos responsables de lo que pueda sucederles al ministro de Trabajo y a su jefe, el presidente Cartes.
Y por supuesto al diputado y empresario Celso Maldonado, uno de tantos diputados y senadores que se defienden con sus fueros y a nadie representan del pueblo.