afinan colaboración
-Recientemente FIAN Honduras ha culminado un proceso de renovación y reestructura interna. ¿Cuáles son las características de esa nueva fase?
-Es una fase que está fuertemente relacionada con el pasado reciente. Después del golpe de 2009, FIAN Honduras, al igual que muchas otras organizaciones de derechos humanos, tuvo que atender una emergencia nacional.
Por ello se apartó por un largo período de su mandato institucional, que es el derecho a la alimentación, y se enfocó en la defensa del derecho a la vida de miles de personas que se opusieron a la ruptura del orden constitucional.
Con el pasar del tiempo se dio un cambio de coyuntura, que conllevó una modificación en las diferentes formas de represión y criminalización de la lucha y la protesta social, con una profundización de las violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales.
Esa nueva situación hizo reflexionar a la asamblea de nuestra organización, la cual decidió volver a priorizar nuestro mandato institucional, dirigiéndonos nuevamente hacia los grupos vulnerables del campo, como por ejemplo las y los trabajadores agrícolas, que siguen siendo invisibilizados por las políticas estatales.
También queremos expandir nuestra zona geográfica de influencia, que hasta el momento estaba concentrada prioritariamente en el Bajo Aguán, acercándonos a aquello territorios que también sufren las políticas económicas de este gobierno.
En fin, estamos en un proceso de cambio y de fortalecimiento interno y externo de nuestra organización, que estoy segura dará resultados importantes.
-¿Cuál es la relación con FIAN Internacional?
-Somos una red dedicada a promover y defender el derecho a la alimentación. En este contexto, con FIANInternacional compartimos agendas y lineamientos globales, mientras que como sección nacional desarrollamos nuestra propia agenda, pero siempre en el marco de dichos lineamientos.
Una de nuestra prioridad es justamente fortalecer nuestras relaciones internacionales, precisamente sobre algunos temas sensibles de relevancia mundial, entre otros, la expansión de monocultivos, los agrocombustibles, la pérdida de soberanía alimentaria, la falta de acceso a la tierra, los impactos del cambio climático.
-¿Cómo ves, en perspectiva, la relación que desde hace algunos años mantiene FIAN Honduras con la Rel-UITA?
-No hay duda de que con la Rel-UITA compartimos objetivos y metas. Con ella, y se lo agradecemos, hemos coordinado acciones solidarias y de acompañamiento muy cercano, en épocas muy conflictivas y difíciles, incluso antes de la implementación de las Misiones internacionales de observación de los derechos humanos que se hicieron en el Bajo Aguán.
Como FIAN Honduras y FIAN Internacional coincidimos en querer mantener y fortalecer los lazos de colaboración y coordinación en acciones concretas, tantos puntuales como de largo alcance, con la Rel-UITA.
De manera particular, creo que el sector organizado hondureño sea el que más está sufriendo, tanto la estrategia de invisibilización y desarticulación, como los ataques directos y los impactos de las políticas excluyentes del gobierno.
Creo que ahí es un punto importante en el que ambas organizaciones coincidimos y en el que podemos colaborar de manera aún más profunda.