20130214 agricultura

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Back Ambiente ¿Por qué tanto veneno?
Campaña Permanente Contra los Agrotóxicos y Por la Vida
Brasil
    AGROTÓXICOS | AMBIENTE
    ¿Por qué tanto veneno?
    Manifiesto por el día mundial de lucha
    contra los agrotóxicos
     
    Brasil, 3 de diciembre de 2014
     
    Manifiesto por el
    Día Mundial de Lucha Contra los Agrotóxicos
     
    Pueblo Brasileño,
     
    En este día 3 de diciembre, salimos a las calles en todo el país para denunciar el modelo de muerte que domina la agricultura brasileña: el agronegocio.
     
    Hace exactamente 30 años, una explosión afectaba a la fábrica de agrotóxicos de Union Carbide, actual Dow Chemical, en la ciudad de Bhopal, India. En la tragedia, más de 16.000 personas murieron y al menos 560.000 quedaron seriamente intoxicadas.
     
    Bhopal no fue un accidente. Como tampoco fue un accidente la lluvia de venenos en la Escuela del Río Verde (GO), y tantas otras tragedias anunciadas por la codicia de los que dicen que la comida que nos alimenta sólo se puede producir con mucho veneno. Se benefician mucho con eso.
     
    En 2013, el mercado de agrotóxicos generó 11.500 millones de dólares. El lucro se concentra en seis grandes empresas transnacionales Monsanto, BASF, Syngenta, Dupont, Bayer (fabricante del gas letal utilizado por los nazis) y la Dow, que hasta hoyno reconocesu responsabilidad conBhopal.
     
    Año tras año, Brasil alcanza un nuevo record de consumo de pesticidas y semillas transgénicas. La población brasileña está siendo envenenada. En el agua, el suelo, los alimentos, en pequeñas dosis diarias o en lluvias venenosas, tenemos contacto con sustancias que causan cáncer, llevan al suicidio, y causan abortos involuntarios, entre otros diversos efectos.
     
    La ciencia comprometida con la salud pública colectiva no tiene dudas. Según el Instituto Nacional del Cáncer (INCA), junto con la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (Abrasco) consideran que es necesario "movilizarse frente a esta grave situación en que se encuentra el país, de vulnerabilidad relacionada con el uso masivo de agrotóxicos”.
     
    De acuerdo con estas instituciones, los pesticidas causan problemas de salud extremamente graves, “tales como cambios hormonales y reproductivos, daños hepáticos y renales, disfunciones inmunológicas, trastornos cognitivos y neuromotores, cánceres, entre otros.
     
    Muchos de estos efectos se pueden producir aún en niveles de dosis muy bajas, tales como las que han sido encontradas en los alimentos, el agua y ambientes contaminados. Además, cientos de estudios han demostrado que los pesticidas también pueden alterar los ecosistemas, disminuyendo la población de especies como aves, sapos, peces y abejas".
     
    ¿Por qué tanto veneno?
     
    La opción de la política agrícola brasileña por el agronegocio es en gran parte la responsable de la situación. El agronegocio utiliza grandes extensiones de tierra  para monocultivos - por lo general la soja, el maíz, el algodón, eucalipto o caña de azúcar. Por lo tanto, destruye la biodiversidad y desequilibra el ambiente natural, facilitando la aparición de plantas, insectos u hongos que pueden destruir el cultivo. Por lo tanto, es una agricultura que depende de los químicos para desarrollarse: sólo funciona con mucho veneno. En agronegocio también utiliza maquinaria pesada que compacta el suelo, y no genera empleos, lo que promueve el éxodo rural.
     
    En el Legislativo de Brasil, un grupo de diputados y senadores de varios partidos forman la denominada Bancada Ruralista, que tiene como objetivo fomentar el agronegocio, el trabajo esclavo, la deforestación, la lucha en contra de la demarcación de las tierras indígenas, quilombolas y de la reforma agraria.
     
    Kátia Abreu (PMDB/TO), Ronaldo Caiado (DEM/GO) y Luis Carlos Heinze (PP/RS) son algunos de los representantes de esta bancada.
     
    Estos políticos logran ser electos porque en las campañas manejan un altísimo volumen de dinero donado por empresas del agronegocio, como JBS, BRF y Marfrig, y en la práctica actúan como empleados de estas empresas dentro del Congreso y del Senado.
     
    Los ruralistas también dominan el Ministerio de Agricultura, que recibió un total de 140 mil millones de reales este año.
     
    El año pasado, esta bancada aprobó una ley (12.873 / 2013), que permite el uso de plaguicidas prohibidos en Brasil porque son altamente tóxicos, logrando incluso despedir a los empleados de las agencias reguladoras que tienen que lidiar con el tema.
     
    Después de las elecciones de 2014, los ruralistas declararon tener el 51% del Congreso Federal. Se necesita una reforma política que decrete el fin de las donaciones electorales de las empresas para terminar con estas verdaderas plagas para la política brasileña.
     
    Hemos construido una alternativa: la agroecología.
     
    Los campesinos y campesinas de Brasil son los que producen la comida que llega a nuestra mesa. Y sólo ellas y ellos pueden practicar la agroecología. La agroecología es una forma de organizar la producción agrícola y la vida rural en armonía con la naturaleza. En la Agroecología, se producen diferentes tipos de alimentos en la misma región, fortaleciendo así la biodiversidad y dejando la naturaleza equilibrada. De esta forma, no es necesario el uso de agrotóxicos, ni de fertilizantes sintéticos, y mucho menos de semillas transgénicas.
     
    La agroecología también busca una vida digna en el campo, con salud y educación adecuadas a la realidad rural.
     
    Rechazamos la tesis de que los pobres tienen que comer veneno. Ya no hay dudas de que podemos alimentar a la población con la producción agroecológica. Incluso la ONU reconoce que la agroecología es la única verdadera solución para el hambre en el mundo, e incluso puede ayudar a frenar el cambio climático.
     
    ¿Qué queremos?
     
    La población brasileña está unida en la lucha por el fin de los agrotóxicos y en defensa de la vida. Queremos Agroecología.
     
    Los movimientos sociales en el campo, la ciudad, los sindicatos, las instituciones públicas de investigación, estudiantes, e incluso el Ministerio Público se están articulando junto a la Campaña Permanente Contra los Agrotóxicos y Por la Vida.
     
    Nuestra lucha es por la comida sin veneno y un Congreso sin ruralistas, y que en realidad represente los intereses del pueblo.
     
    De inmediato, pedimos:
     

    • La prohibición de la práctica criminal de fumigación aérea, a ejemplo de lo que ocurre en la Unión Europea;

    • La prohibición de agrotóxicos ya prohibidos en otros países del mundo;

    • El fin de las vergonzosas exenciones fiscales al ingreso de agrotóxicos;

    • La creación de zonas libres de agrotóxicos y transgénicos, para el libre desarrollo de la agroecología;

    • Mayor control para evitar la contaminación del agua por agrotóxicos.

     
    Hacemos un llamado a toda la población a participar en esta lucha, a través de los comités de campaña distribuidos a lo largo del país.

     

    Campaña Permanente Contra los Agrotóxicos y Por la Vida
    10 de diciembre de 2014
    Publicado por: Wilson