Héctor Morcillo, secretario general adjunto de la FTIA, dijo a La Rel que el acuerdo es globalmente satisfactorio, aunque el sindicato de la alimentación cordobés, que el dirigente integra, piensa que se podría haber llegado a un mayor aumento.

“Acatamos lo que el resto del país decidió, que consideró buena la propuesta”, señaló.

El convenio supone  un incremento salarial de 36,5 por ciento de los salarios a lo largo del año: 22 por ciento retroactivo a mayo, y 14,5 por ciento desde noviembre.

A ello se llegó luego de contundentes movilizaciones de la FTIA, que incluyeron una concentración de 5.000 trabajadores en Buenos Aires y paros de dos horas por turno el viernes 10 y de cuatro horas el lunes 13, así como bloqueos a las puertas de las fábricas y asambleas, entre otras medidas que se extendieron durante 45 días, recordó Morcillo.

“Logramos quebrar la resistencia de las cámaras, que terminaron aceptando el 36,5 final”, dijo.

Morcillo destacó que las grandes compañías de la alimentación que operan en Argentina han registrado fuertes márgenes de ganancia en los últimos meses.

“Es uno de los sectores de la economía argentina que más ha remarcado precios, y tiene resto”, pero los empresarios han querido, como sus pares de otros sectores, “trasladar los ajustes a sus trabajadores”, como lo hace el gobierno nacional, indicó.

A nivel global, y particularmente en América Latina, “hay un avance de las derechas neoliberales que comprende el debilitamiento de las organizaciones nacionales.

Se están ensayando en todos lados reformas laborales que le den al capitalismo y a los sectores concentrados de la economía plenos poderes”, consideró Morcillo.

“En Argentina van a tratar de desarticular la negociación colectiva, que es muy fuerte, y con ello fragmentar la organización sindical”.
Morcillo se refirió finalmente al proceso de unificación sindical que se está desarrollando en su país, entre las dos CGT por un lado y entre las dos CTA por otro.

Ese proceso es bienvenido, dijo, siempre y cuando lo que importe no sea “la unidad por la unidad en sí” sino su contenido: “tener una propuesta clara, seria, de resistencia al ajuste y al tarifazo.

La unidad que no conlleve un plan de lucha contra este terrible ajuste no tiene sentido”, concluyó el dirigente de la FTIA.