Con Francesco Valente y Giovanni Pandolfini
“Urge un nuevo paradigma
para la agricultura”
Prácticas de resistencia
y construcción de alternativas económicas
Genuino Clandestino es una red de comunidades y movimientos campesinos que se ha expandido por todo el territorio italiano, promoviendo prácticas y alternativas concretas al modelo agroalimentario capitalista, a través de la valorización del consumo de alimentos de proximidad -kilómetro cero- y la autodeterminación alimentaria.
Francesco Valente y Giovanni Pandolfini son productores campesinos de la finca agrícola recuperada Mondeggi, 200 hectáreas de viñedos, pastos, olivares, bosques, edificios rurales y hasta una villa renacentista, situada entre los municipios de Bagno a Ripoli y Florencia, en el centro-oeste de Italia.
La finca es propiedad de la provincia de Florencia y fue abandonada en 2009. Ante la inminente enajenación y privatización del valioso inmueble, un nutrido grupo de ciudadanos decidió conformar el movimiento “Mondeggi Bien Común”y recuperó la finca, restituyéndole la dignidad que este patrimonio agrícola se merece.
Adherir a Genuino Clandestino fue una decisión casi automática, que llevó el movimiento a profundizar sus conocimientos y prácticas contra el acaparamiento y urbanización de las tierras agrícolas, promoviendo la producción de alimentos y defendiendo el territorio y la soberanía alimentaria como elemento de autonomía y autodeterminación.
La Rel conversó con
Valente y
Pandolfini en el marco de la asamblea pública de la red
NOEXPO [1] “Soberanía alimentaria y social de los territorios: intercambio entre prácticas de resistencia y construcción de alternativas económicas”.
-¿Cómo y por qué surge Genuino Clandestino?
Giovanni Pandolfini- Surge con la idea de juntar a comunidades y movimientos campesinos de todo el país alrededor de temáticas y principios que promueven alternativas concretas al modelo agroalimentario imperante que, en Italia, está criminalizando la agricultura campesina.
En 2010 redactamos un manifiesto que contiene nuestros principios y objetivos, entre otros, sostener y difundir prácticas de producción que salvaguarden el bienestar de la tierra, la naturaleza, la biodiversidad y de todos los seres vivos, contrarrestando el uso de agrotóxicos y la implementación de organismos genéticamente modificados.
Asimismo, apuntamos a reducir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero, el derroche de agua, la producción de basura, y combatimos la explotación de la mano de obra agrícola y las diferentes formas de trabajo esclavo.
Igualmente, promovemos e impulsamos el principio de autodeterminación alimentaria a través del derecho al acceso a alimentos genuinos, económicamente accesibles y producidos en los territorios.
También reivindicamos el derecho a la tierra como “bien común” y como instrumento de acción política para producir alimentos, y aspiramos a construir alianzas con movimientos urbanos y rurales que ayuden a acercar productores y consumidores.
Finalmente, nos proponemos reconvertir el uso de espacios urbanos y rurales en base a prácticas de auto organización, solidaridad, cooperación y cuido del territorio.
-¿De qué manera se está criminalizando la agricultura campesina?
Francesco Valente- En
Italia han aprobado un conjunto de normas con las que pretenden equiparar los productos de la agricultura campesina a pequeña escala, basada en las relaciones y culturas locales, con los de la grande industria alimentaria.
Están criminalizando nuestras prácticas de producción y declarando ilegales nuestros productos. Todo esto es absurdo.
Genuino Clandestino surge justamente para denunciar y contrarrestar esta situación paradójica, reivindicando nuestro derecho de seguir proponiendo alternativas reales a un modelo de producción agrícola explotador, contaminante y fundado en el lucro y el afán de riqueza.
Contra un modelo
basado en el lucro
“La tierra
es para producir alimentos”
-Es un choque de paradigmas…
GP- De acuerdo con la cultura dominante, la agricultura campesina es antieconómica porque el único modelo de producción que reconoce como económicamente viable es el modelo intensivo, mecanizado, en base a químicos, financiado por el sistema bancario.
Ese modelo violenta derechos fundamentales, entre otros el acceso a la tierra. Nuestros territorios son víctimas de un mercado inmobiliario dopado por la especulación, y esto afecta y obstaculiza gravemente la actividad productiva campesina.
Frecuentemente, el sector público es cómplice de esta situación. En todo el país hay enormes extensiones de tierra que quedan abandonadas y sin producir, por el simple hecho de que, en este momento, no son urbanizables y no producen lucro. Urge un nuevo paradigma para la agricultura, porque la tierra es para producir alimentos y para alimentar a los seres vivos, y no para generar lucro.
-¿Cómo se inserta, en este contexto, el EXPO MILÁN 2015 y su lema “Nutrir el planeta, energía para la vida”?
FV. Es un claro ejemplo de cómo el sistema dominante se apropia de palabras clave, contenidos y propuestas; de cómo se las traga, las transforma, las digiere, para luego proponerlas a amplias capas de población que no se interrogan sobre estas temáticas.
En este sentido, el trabajo en red asume una importancia vital para el futuro de este país y del planeta entero. Debemos continuar a experimentar formas de resistencia y a construir alternativas reales a un modelo económico que ha fracasado.