El cambio climático es generado por la excesiva producción de gases de efecto invernadero de los países desarrollados, pero sus consecuencias negativas afectan cada vez con mayor crudeza a los países del sur, en especial a las poblaciones más pobres y sometidas a diversos factores de vulnerabilidad.
Entre las expuestas a mayor afectación se encuentran las mujeres rurales, y dentro de ellas, quienes están inmersas en la pequeña agricultura, actividad que proporciona gran parte de los alimentos para las familias, pero a la vez se encuentran más golpeadas por los embates del clima, por depender de los ciclos de la naturaleza y por su estrecho vínculo con los recursos naturales.
En este nuevo contexto, las mujeres productoras rurales suman a las exclusiones históricas y discriminaciones de género, una amenaza más con el cambio climático.
La Rel UITA, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán y la Asociación Provincial de Productoras Ecológicas de Quispicanchi (APPEQ), han unido esfuerzos para aportar a la soberanía alimentaria y el desarrollo sostenible en el sur andino peruano, impulsando iniciativas de empoderamiento personal y colectivo para avanzar en la afirmación de su ciudadanía y ejercicio de derechos.