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El empleo en tiempos de pandemia

Un estudio de CEPAL/OIT muestra que la tasa de ocupación vuelve a crecer en la región pero es inferior a la recuperación económica. Proliferan los trabajos informales y de aplicaciones y los salarios son erosionados por la inflación. La inactividad entre las mujeres ha crecido.

Clemente Ganz Lúcio | Outrapalavra.net

02 | 08 | 2022


Foto: Gerardo Iglesias

La crisis sanitaria del Covid-19 ha tenido graves repercusiones económicas y sociales en todos los países, como la brutal caída de la actividad productiva y el aumento del desempleo.

Posteriormente, con las medidas de protección sanitaria y, principalmente, la vacunación, se empezó a observar recuperación económica y reducción del desempleo.

El estudio elaborado por CEPAL/OIT “Situación laboral en América Latina y el Caribe y los salarios reales durante la pandemia: evolución y desafíos” presenta indicadores de la dinámica económica y del empleo para la región en el período 2019-2021.

Se puede observar que las economías de América Latina y el Caribe tuvieron una recuperación del 6,6 por ciento del PIB promedio en 2021, regresando la economía de la región al nivel previo a la crisis, que fue seguida con menor fuerza por la recuperación del empleo, la tasa de participación y la caída de las tasas de paro.

En 2020, la crisis sanitaria hizo descender la tasa de ocupación un 8,2 por ciento, el peor indicador de la serie histórica desde 1952. En 2021 se produjo una recuperación en torno al 6,8 por ciento del número de ocupados.

La crisis también provocó una salida brutal de los trabajadores a la inactividad, reflejada en la caída de 4,5 puntos porcentuales de la tasa de participación en 2020, en parte recuperada en 2021pero aún 0,8 puntos porcentuales por debajo en el cuarto trimestre de 2021 (62,6 por ciento) respecto al cuarto trimestre de 2019 (63,4 por ciento).

Esta diferencia se asocia principalmente a que muchas mujeres continúan dedicándose al cuidado de la familia y, por tanto, no regresan al mercado laboral.

Flagrante desigualdad

La desigualdad entre hombres y mujeres en la dinámica de recuperación del empleo queda patente en los datos presentados por CEPAL/OIT sobre la variación anual (2021/2020) de:

Aumento de la tasa de participación: 3,0 por ciento hombres y 2,8 por ciento mujeres
Aumento de la tasa de ocupación: 3,7 por ciento hombres y 2,8 por ciento mujeres
Caída del paro: -1,3 por ciento hombres y -0,7 por ciento mujeres

La recuperación del empleo estuvo impulsada por los trabajadores por cuenta propia, que sufrieron una caída del empleo del 7,5 por ciento en 2020 y crecieron un 9,9 en 2021.

Los trabajadores asalariados, por su parte, tuvieron una caída de 7,2 por ciento en el empleo en 2020 y recuperaron 5,7 en 2021, aún por debajo de la situación previa a la pandemia. Las tareas del hogar registraron una caída del 20,9 por ciento en el empleo y una recuperación parcial del 4,6.

Al comparar la dinámica de la economía y el empleo al final de la crisis, se observa un comportamiento totalmente diferente en relación a crisis anteriores, como lo indica el estudio CEPAL/OIT.

Antes, la recuperación económica tardaba más que la del empleo, algo que en la crisis actual se invierte, el crecimiento económico va por delante del empleo.

Nuevas dinámicas, la misma explotación

Por otro lado, la dinámica de la remuneración laboral está relacionada con la generación de empleos de menor calidad y, adicionalmente, fuertemente impactada por la aceleración de las tasas de inflación, erosionando el salario real, lo que también se observa para los valores de los salarios mínimos en la región.

La caída de los salarios reales fue de 5,5 por ciento para los trabajadores del sector público, 7 para los asalariados y 9,7 para los trabajadores domésticos.

Por sectores, la caída fue del 5,6 por ciento para el sector primario (agricultura, pesca y minería), 8 para el sector secundario (industria, construcción y energía, gas y agua) y 6 para el sector terciario. (comercio, servicios, finanzas y otros servicios).

Lo que se observa en el tejido productivo es una dinámica económica que conduce a una regresión industrial con pérdida de calidad en la estructura de las ocupaciones.

La aceleración de la digitalización de los servicios y el comercio ha dado lugar a millones de nuevos puestos de trabajo mediados por aplicaciones que invierten en descaracterizar la relación laboral.

La precariedad y vulnerabilidad de los empleos continúa a través de las múltiples formas de tercerización, situación que aleja la protección laboral y previsional..

El aumento del costo de la vida promueve la contracción de los salarios. Todo ello manteniendo y amplificando retos que ya eran enormes antes de la crisis sanitaria y se han vuelto aún mayores.


Nota: Clemente Ganz Lúcio es director técnico del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE).


(Los subtítulos son de La Rel).