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La minera Vale, otra vez en el origen de una tragedia humana y ambiental

Un nuevo mar de barro en el lodo de la impunidad

Una nueva ruptura en una represa de la Vale do Rio Doce, el viernes 25, provocó que gran parte del municipio de Brumadinho, a 60 kilómetros de Belo Horizonte en Minas Gerais, quedara bajo un mar de barro. Los fallecidos confirmados suman 58 y hay más de 300 desaparecidos, lo que indica que la cifra de muertos aumentará exponencialmente.

El sábado 26, las noticias de que se había localizado a supervivientes dieron algo de esperanza a los allegados de los desaparecidos pero el domingo comenzaron a sonar alarmas para evacuar la zona por temor a que el dique volviera a romperse.

Fueron evacuadas 24.000 personas, la mitad de la población de la localidad, mientras se continuaba en la búsqueda de supervivientes.

La ruptura del dique de la represa de la minera Vale do Rio Doce en Brumadinho se produce poco más de tres años después de otra tragedia provocada por la misma empresa en el mismo estado.

El desastre de Mariana dejó 19 muertos y fue el mayor ocurrido hasta entonces en Brasil.

La responsable

La Vale do Rio Doce, surgida en 1942, es una de las mayores productoras de hierro y níquel del mundo, con operaciones en más de 30 países y gran presencia en Minas Gerais. Pero también es un gigante enlodado por dos tragedias.

El colapso de la represa de Brumadinho ha puesto el foco en la compañía y en la laxa legislación sobre las licencias ambientales en Brasil.

Vale es propietaria de esta y otras plantas de residuos minerales en el Minas Gerais y tiene en su historial un gran saldo de víctimas y daños ambientales.

En 1997 fue privatizada por el expresidente Fernando Henrique Cardoso.

Desde entonces, su negocio exclusivo son las minas de hierro, con presencia operativa en los 16 estados de Brasil y en países como Canadá, Australia, China y Mozambique.

De hecho, el gobierno de Brasil aún controla parte de sus acciones y tiene derecho de voto en la dirección de la firma.

No obstante, Vale también ha sabido asegurar e incrementar sus ingresos (con participación japonesa) con el fosfato, los agro-carburantes, los metales no ferrosos e incluso el aceite de palma.

Si es verdad que el hombre nació del barro, Vale fue parida por puro estiércol.


Fotos: UOL