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Con María Tafur y Alexander Caballero

Todo por el lucro

Las empresas peruanas del sector de la alimentación están aprovechando las restricciones impuestas por el gobierno por el avance de la pandemia de coronavirus para modificar horarios laborales y hacer trabajar a sus empleados 12 horas corridas, dijeron a La Rel Alexander Caballero y María Tafur, secretario general y secretaria general adjunta de la Federación de Trabajadores de la Alimentación (FNT-CGTP-ABA).

Foto: Gerardo Iglesias

“El decreto de urgencia del Ejecutivo dice que la elaboración de alimentos es un sector esencial, pero establece que la semana laboral no puede exceder las 48 horas y que la modificación de horarios debe hacerse en acuerdo con los trabajadores y las trabajadoras y en función del toque de queda, que va desde las 20.00 a las 5.00, pero eso no se respeta”, dijo Tafur.

Muchas empresas están interpretando a su manera la norma y están obligando a trabajar 12 horas”, denunció.

La compañía Global Alimentos, por ejemplo, pretende hacer cumplir un horario corrido de 18.00 a 6.00; CBC se propone establecer dos turnos (de 8 de la mañana a seis de la tarde y de 6 de la tarde a 8 de la mañana; Molitalia decidió seguir operando normalmente a pesar de la emergencia sanitaria.

En San Miguel Industrias Pet, una firma de origen estadounidense que fabrica envases, el gerente general, Julio Pozo Sánchez, se comunicó con el secretario general del sindicato para comunicarle que los trabajadores debían laborar 12 horas o marcharse.

Ni siquiera quiso negociar. Era una decisión. Y a los que no querían aceptarlo, pensando con todo derecho en su salud, la de sus familiares y compañeros, los atropella, más aún tratándose de sindicalistas”, dijo Caballero.

En todos estos casos los trabajadores y las trabajadoras rechazaron las resoluciones empresariales y reafirmaron su derecho a ser respetados en su derecho a la salud.

La Federación propone que se suspenda la producción de artículos que no pueden ser considerados esenciales, como gaseosas, cervezas, caramelos, chocolates, y que se tomen medidas para evitar las aglomeraciones en las líneas que permanezcan activas.

Pero muchas empresas no lo hacen y el gobierno no las obliga. Apenas las exhorta.

En AB InBev, sólo la presión sindical y social hizo que la compañía decidiera finalmente limitar su producción al agua envasada.

“Las normas gubernamentales no son claras y los organismos encargados de hacer respetar las restricciones en las empresas y asegurar el derecho a la salud de los trabajadores están omisos”, dijo Caballero.

Lo que está en juego es mucho más importante que el afán de lucro de las empresas”, concluyó.