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Gobierno de Brasil libera más agrotóxicos

Campeones del mundo

Cumpliendo sus promesas de favorecer a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, de no poner fronteras ni límites al agronegocio y sus demandas demenciales, el gobierno de Jair Bolsonaro acaba de decidir la liberación de 29 agrotóxicos, muchos de los cuales están prohibidos en Estados Unidos y Europa.

Con esa decisión, en menos de dos meses de gestión, autorizó la comercialización de 86 productos de comprobados efectos tóxicos.

En los años anteriores se habían concedido, en total, 127 licencias en este rubro (60 en 2018, 47 en 2017, 20 en 2016).

Los principios activos de la gran mayoría de estos agrotóxicos son causantes, según estudios médicos en los que se basaron los organismos competentes de Europa y Estados Unidos para prohibirlos, de diversos tipos de cáncer (en particular a la sangre), disturbios metabólicos, malformaciones de embriones, entre otros males.

Mientras Europa busca restringir al máximo el uso de los agrotóxicos, Brasil facilita a diario las licencias y utilización de estos productos, denunció en una audiencia de la Comisión de Agricultura, la senadora Eliziana Gama del PPS.

La senadora cuestionó a la ministra el hecho de que el gobierno defienda el proyecto de ley 6299/2002 en discusión en la Cámara de Diputados, conocido como el PL del veneno.

El texto retira poderes de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) en el proceso de análisis y licenciamiento de agrotóxicos.

Cinismo descarado y más veneno en el plato

La ministra de Agricultura, Teresa Cristina fue convocada a la Comisión para debatir sobre el uso excesivo de agrotóxicos en los cultivos brasileños y la aprobación de un proyecto de ley que flexibiliza al máximo la utilización de estos productos sin considerar las consecuencias sanitarias de esto.

Durante su intervención Cristina negó los efectos nocivos del uso de agrotóxicos y desestimó los estudios realizados por la Fundación Osvaldo Cruz (Friocruz) al respecto.

Esta institución señala, en una de sus investigaciones que cada brasileño consume en promedio, 7,3 litros de agrotóxicos por año, lo que convierte a Brasil en el mayor consumidor de pesticidas en el mundo.

Para la ministra de agricultura, la metodología, números y conclusiones de la investigación de Friocuz no son adecuados.

“Discrepo completamente con los datos de que los brasileños consumen 7,3 litros de veneno por año”, dijo en la audiencia.

Y en tono irónico agregó que la liberación de agrotóxicos creció porque la “Anvisa decidió trabajar”.

Además –la inefable Cristina– defendió la aprobación del Proyecto de ley 6299/2002, conocido como el “Paquete del Veneno” alegando que este traerá más seguridad a los consumidores.

Entre los nuevos agrotóxicos autorizados figuran algunos en base a metomil, ingrediente activo utilizado en el tratamiento de cultivos como algodón, soja y maíz, y clasificado como altamente perjudicial para la salud humana, al igual que otros cuatro de la lista.