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Con Frank Ulloa

La mala entraña

La empresa DOLE, retoño de la antigua United Fruit, ha heredado −y perfeccionado− los viejos métodos antisindicales y de indiferencia hacia los derechos laborales y hasta de los derechos humanos de los trabajadores que emplea. Frank Ulloa, asesor de la Rel UITA para los sindicatos de Costa Rica, que en este caso asiste al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Argoindustria y Afines (SINATRAA DOLE), relata lo más grave de la realidad que viene enfrentando esta organización afiliada.
Foto: Gerardo Iglesias

-¿Cuál es el origen de la actual situación?
-Esta historia se inició hace varios años y ha tenido diferentes momentos. Cuando DOLE Limón despidió a toda la Junta Directiva del Sindicato, los trabajadores de la finca de DOLE Piñas del Muelle quedaron sin organización y buscaron la forma de restablecerla.

Fue en 2019 cuando comenzó el problema de representatividad, ya que hasta ahora la empresa ha desconocido un acuerdo firmado con el Sindicato disuelto y al mismo tiempo no reconoce a la filial local de Fincas del Muelle que permaneció activa.

Piñas y agrotóxicos

-¿Cuáles son los problemas que está eludiendo DOLE?
-Hay algunos muy graves referidos a la salud laboral que están pendientes desde 2019. Hay otros actuales que consisten en sanciones injustificadas a trabajadores y trabajadoras, pero hasta se niega a entregar el dinero de las cuotas sindicales que ella descuenta a los afiliados.

El más grave de todos es el despido en abril pasado de tres trabajadores afiliados al Sindicato que se negaron a entrar en las plantaciones sin el equipo de protección reglamentario, ya que se trata de una labor que se realiza al sol, en terrenos con agrotóxicos y entre plantas espinosas.

-¿Por qué no tienen ese equipo?
-Porque la empresa se negó a dárselos como es su obligación. Esta situación ya se ha producido en varias ocasiones. Se ha dado intervención al Ministerio de Trabajo, pero mientras tanto hay familias que han perdido su única fuente de ingreso de manera totalmente injusta e ilegal.

Uno de ellos, referente del Sindicato, además está con importantes problemas de salud debido a los agrotóxicos que absorbió su cuerpo en las plantaciones. Como su enfermedad no es reconocida como de origen laboral, no recibe atención médica.

La empresa utiliza un mecanismo llamado Comité Permanente, que está integrado por trabajadores y empleados designados por la propia empresa, que es donde se toman las decisiones que implican a los trabajadores, Por supuesto, siempre coinciden con la voluntad de la DOLE. Es un simple formalismo, una simulación.

La complicidad del Ministerio de Trabajo

-¿Cuál es el comportamiento del Ministerio de Trabajo?
-El Ministerio no es neutral, incluso presencié una audiencia de conciliación en la cual el representante del Ministerio respondió por la empresa. Algo inaudito. Aquí en Costa Rica, el Ministerio de Trabajo tiene una función subsidiaria; no es orientadora de las relaciones laborales.

Tampoco tiene potestades. Las Inspecciones de Trabajo dependen de que las empresas las dejen entrar a las fincas, y cuando lo hacen no entrevistan a los trabajadores. No hay una guía para orientar a los Inspectores en el tema de salud laboral.

Se supone que la semana que viene habrá una Audiencia de Conciliación, pero son tantos los casos y causas pendientes que será muy difícil llegar a alguna solución.

A eso se agrega que la actitud de la DOLE, cuando se digna a asistir, que es excepcional, simplemente se limita a escuchar las demandas y a emitir sus opiniones, y ahí termina el supuesto diálogo de conciliación que no es tal. Se imponen las decisiones de la empresa. No se reconoce al Sindicato. No se lo respeta.

Un “antisindicalismo de baja intensidad”

-¿Cómo es el trato de la empresa con los sindicalizados?
-Son más de 150 trabajadores afiliados que sufren acoso de la empresa; se les asignan las tareas más ingratas y pesadas, se les reducen las horas de trabajo, etc, etc.

Se trata de una estrategia de la DOLE en todas sus fincas, y cuando esas acciones quedan expuestas se las atribuyen a los mandos medios para mantener una fachada de responsabilidad empresarial.

Recién hace dos o tres semanas que se llegó a un acuerdo para que DOLE capacitara a sus mandos medios para que respeten al Sindicato, pero todos los días continúan ocurriendo los mismos problemas. Recurren a un sistema de sanciones veladas para cansar a los sindicalizados, buscando que se desafilien. Es una suerte de “antisindicalismo de baja intensidad”.

Pero ya demostraron que cuando no lo logran, despiden a toda la Junta Directiva como lo hicieron recientemente.

Creo que es muy importante que la DOLE recapacite y establezca instancias reales de comunicación y negociación a la brevedad con el SINATRAA, sin lo cual obligará al Sindicato a acudir a otras instancias para denunciar las irregularidades con que esta empresa maltrata cotidianamente a sus trabajadores, sobre todo negándoles sus derechos a la libertad sindical.

No hay peor sordo

Desde septiembre de 2019 el SINATRAA ha enviado a la DOLE 54 correos electrónicos solicitando reuniones por hechos concretos, pero todos permanecen sin respuesta. No se trata de situaciones banales. Algunos ejemplos: exceso de horas laboradas en aplicaciones químicas, ausencia de refugios para desayunar, almorzar o tomar descansos, numerosos casos de acoso laboral, mascarillas para trabajadores asmáticos, despido de trabajador por enfermedad, obligan a trabajar en áreas recién tratadas con agrotóxicos, discriminación sindical, despido de trabajador con contrato indefinido para volver a contratarlo por tiempo definido, incumplimiento de medidas sanitarias por COVID-19, ausencia de equipos de protección, fumigación sobre trabajadores en el campo, etc, etc…