AGRICULTURA

Alta productividad, magros salarios, informalidad, baja tasa de sindicalización

Informe del DIEESE

Perfil de los asalariados rurales
Alta productividad, magros salarios, informalidad, baja tasa de sindicalización
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Júnior César Dias (Foto: César Ramos)
En ocasión del reciente Seminario Nacional sobre Asalariados Rurales realizado por la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (CONTAG), el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE) presentó el informe “Perfil de los Asalariados y Asalariadas Rurales en Brasil”. La Rel presenta aquí lo esencial de ese importante trabajo.
Según esta investigación realizada por el economista Júnior César Dias para el DIEESE, en 2012 Brasil tenía una población rural de casi 30 millones de personas, un 15 por ciento del total del país, de los cuales 52 por ciento eran hombres y 48 por ciento mujeres.
 
Esto significa una disminución con respecto a 2006, cuando esa población era de 31 millones.
 
La ocupación en el medio rural era de 13,8 millones en 2012, un 46,3 por ciento de la población rural.
 
De ellos, 4 millones eran asalariados (29 por ciento mujeres). Esto indica que el 30 por ciento de las personas ocupadas en el campo son asalariadas; casi 2,5 millones laboran en la informalidad.
 
El 51 por ciento del total de asalariados rurales reside en áreas urbanas o semiurbanas, pero casi un 55 por ciento de quienes trabajan en la informalidad vive en zonas exclusivamente rurales.
 
Sólo el 14 por ciento de estos asalariados dice estar asociado a algún sindicato, 17,5 por ciento entre los formales y 11,6 entre los informales.
 
El 41,1 por ciento tiene tres o menos años de estudio. Casi 1,7 millones son analfabetos totales o funcionales. Entre los informales esa cantidad aumenta hasta el 47,6 por ciento.
 
El ingreso medio rural es apenas un 44 por ciento del ingreso urbano. Los menores ingresos se registran entre los trabajadores informales: 222 dólares mensuales.
 
Con respecto al origen étnico, el 68,6 son negros o mulatos, el 30,9 blancos, 0,3 indígenas y otros 0,3 asiáticos.
 
Casi el 60 por ciento tiene menos de 39 años, lo que indica -afirma el estudio- que estos puestos de trabajo vienen siendo crecientemente ocupados por personas cada vez más jóvenes, fruto de la alta productividad exigida en el campo y de una mayor escolaridad y capacitación requeridas por los nuevos empleos.
 
El 54,2 por ciento de los asalariados rurales se concentra en cultivos temporales o en la producción mixta (agrícola/ganadera). Mientras el 47 por ciento de los informales tiene un empleo temporario, sólo el 13,6 por ciento de los formales se encuentra en esa situación.
 
Casi 28 mil asalariados rurales tienen entre 10 y 14 años, o sea que son casos de trabajo infantil.
 
Los establecimientos de agricultura familiar (casi 650 mil) empleaban a 2 millones de asalariados sin lazos de parentesco, el 72 por ciento de ellos de manera temporaria.
 
Según el informe del DIEESE, entre 1995 y 2014 fueron rescatados 46.588 trabajadores en condiciones análogas a esclavos.
 
Anualmente se registran oficialmente 6 mil casos de intoxicaciones humanas por agrotóxicos.