Nuestra compañera Jaqueline Leite, fue invitada a exponer sobre “Convenio 190 de la OIT, acoso moral y discriminación”.

La invitación surgió a raíz del trabajo que viene desarrollando el Comité Latinoamericano de Mujeres de la UITA (Clamu) que este año puso en la agenda de capacitación profundizar sobre el alcance de esta norma internacional y comenzar a trazar estrategias para su implementación desde los sindicatos.

“El Convenio 190 es una herramienta valiosa e innovadora que por primera vez incluye la violencia doméstica como un elemento que afecta directamente al empleo. De cada 10 personas que sufren violencia laboral, ocho son mujeres”, subrayó Jaqueline.

Durante la exposición que compartió con Adriana de Araújo, procuradora del Ministerio Público del Trabajo, nuestra compañera evaluó que con la aplicación del C190, la violencia doméstica deja de formar parte del ámbito privado y pasa a ser un tema laboral y de la organización sindical.

“La violencia intrafamiliar tiene incidencias directas en el ámbito del trabajo. Algunas son muy negativas, pues las mujeres víctimas de violencia van a trabajar con dolor, angustia y eso termina influyendo en su rendimiento y aumentando el riesgo de accidentes”.

Por otro lado –continuó– el trabajo es para esas mujeres un espacio donde toman distancia de su agresor y donde generan una red de contención.

“Para mitigar los impactos que puede tener la violencia doméstica para las víctimas en el ámbito laboral se debe comenzar a trabajar con la posibilidad de incluir cláusulas específicas en las convenciones colectivas: régimen laboral flexible; posibilidad de cambiar número de teléfono, concesión de licencias específicas, protección temporal contra despido, entre otras medidas”, explicó.

Para Jaqueline aunque el Convenio 190 solo haya sido ratificado en Uruguay, Argentina, Perú, Ecuador y México, los sindicatos latinoamericanos pueden aplicar en los acuerdos con las empresas cláusulas y protocolos para la prevención de la violencia doméstica y la protección de las víctimas, como viene sucediendo en los acuerdos que nuestra afiliada Sintrainagro y Augura −gremio de empresas de la producción bananera de Urabá− suscritos en los últimos años.

En ese sentido socializó el trabajo que desarrolla el Clamu con dirigentes sindicales de la región.

“Nos estamos enfocando –dijo– en ofrecer cursos de capacitación para que las y los dirigentes conozcan y se apropien de este instrumento tan importante que es el Convenio 190 y lo pongan en práctica en los sindicatos”.

Uno de los grandes desafíos a la hora de tratar el tema de la violencia en el ámbito del trabajo es que es un fenómeno tan naturalizado que a veces no se percibe como tal.

“El Clamu también diseña estrategias para una acción político sindical que buscará la ratificación del C190 en los países que aún no lo hicieron y donde la Rel UITA tiene organizaciones afiliadas”, anunció Jaqueline.

Señaló además que se deben enfocar las políticas de prevención que dispone este convenio de forma especial en la comunidad LGBTI y abordar un tema que no está incluido en la norma: el del antisindicalismo y la falta de libertades sindicales como formas de violencia laboral.