“Desde que estoy en la directiva, hace seis años que vamos directamente a conciliación obligatoria porque la empresa se niega a negociar colectivamente con el sindicato y en esta oportunidad no fue diferente”, señaló.
Salazar indicó que el pliego de peticiones fue entregado en noviembre del año pasado y hasta ahora, de las 86 cláusulas, quedan pendientes de negociación 46, de las cuales 21 son económicas.
“Lo que viene retrasando las negociaciones, además de la pandemia es que la empresa no respeta la redacción de las propuestas y se niega a incluir la cifra porcentual en el aumento general de salario. Bimbo insiste en usar centavos y nosotros pedimos porcentajes”, explicó
Entre las cláusulas que el SITHA busca aprobar figuran un aumento por antigüedad; recreación y cultura, rubros a los que Bimbo destina muy bajos recursos; aportes para el año escolar y becas de estudio; seguro de vida colectivo que contemple gastos de atención y hospitalización como mínimo para riesgo ocupacional.
Los plazos legales para dar solución al pliego de peticiones vencen en 12 días. Si no se llega a un acuerdo el sindicato dará inicio a la huelga.
“En negociaciones anteriores Bimbo esperó hasta el momento previo al inicio de la huelga para firmar el acuerdo. Esperemos que este año no lleguemos a eso, aunque las prácticas de la transnacional con relación al sindicato se mantienen hostiles”, apunta.
El dirigente denuncia que Bimbo Panamá apuesta a una política de hostigamiento y persecución al sindicato, que se mantiene siempre, se esté negociando o no.
“Es común que la compañía hostigue a los trabajadores sindicalizados hasta que encuentra la forma de sacarlos. Actualmente tenemos el caso de un compañero que es dirigente de provincia al que le han quitado una fuerte suma de sus ingresos semanales”.
“En respuesta a este atropello, señaló, es posible que pausemos la negociación hasta que la empresa abone lo que le debe a ese trabajador”.