La transnacional francesa Doux, dueña del grupo Frangosul en Brasil, atraviesa una grave problemática económica que ha generado mucha preocupación e inestabilidad laboral. Sirel dialogó con Arlete Beatriz C. Schmitz, presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Caxias do Sul, ciudad donde Doux tiene una planta procesadora.
La transnacional francesa Doux, dueña del grupo Frangosul en Brasil, atraviesa una grave problemática económica que ha generado mucha preocupación e inestabilidad laboral. Sirel dialogó con Arlete Beatriz C. Schmitz, presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Caxias do Sul, ciudad donde Doux tiene una planta procesadora.
-¿Cuánta gente trabaja en Doux en Caxias do Sul?
-Estamos hablando de más de 860 trabajadores divididos en tres turnos.
-Cuéntanos acerca de la problemática con la transnacional en estas últimas semanas.
-El problema principal ha sido la falta de pago a los integrados (fasoneros).
En el sector industrial estamos experimentando el atraso en el pago de la Participación de Lucros y Resultados (PLR). Estos debían realizarse antes del 30 de enero de 2011 y se han postergado para el 20 de mayo.
Los trabajadores están muy preocupados, y a este problema se ha sumado el aviso de la necesidad de otorgar licencias colectivas forzadas por la falta de insumos para un sector entero: el de Embutidos,.
-¿Hubo atraso en el pago de salarios?
-De momento no. El atraso se ha dado en los haberes de los integrados y en algunos sectores de transporte y del sector suino.
-¿Qué medidas se han tomado y cuál ha sido la intervención del Sindicato?
-En lo que tiene que ver con el área Transporte, ellos pertenecen a otra categoría y nuestro Sindicato como tal no ha tenido intervención.
En lo que respecta a los integrados, hubo una paralización de actividades de dos días de duración en la ciudad de Montenegro, y como consecuencia también el frigorífico paró por dos días por la falta de pollos.
-¿Ustedes tienen contacto con la empresa?
-Sí. Ellos argumentan que su situación económica es actualmente muy mala y que no están en condiciones de conseguir siquiera un préstamo para hacer frente a las deudas.
Nos dicen que a mediados de abril esperan que su situación mejore, pero hasta ahora no hemos tenido muestras de cambios. A nivel sindical estamos muy preocupados porque son muchos los trabajadores afectados y no vemos una solución inmediata.
En Porto Alegre, Gerardo iglesias
Rel-UITA
26 de abril de 2011