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Soprole en venta

¿Y ahora qué…?

Al borde de la huelga el 9 de setiembre el Sindicato Nº2 de Soprole y la compañía llegaron a un preacuerdo. El júbilo duró poco. La gerencia de Soprole notificó días después que la neozelandesa Fonterra −que detenta el capital mayoritario en la empresa− colocaría sus activos a la venta.

Gerardo Iglesias

Como es de imaginar, el ambiente en las unidades de Soprole se tornó tenso. Surgieron inquietudes múltiples y variopintas preguntas: ¿Quién será el nuevo administrador? ¿Se pretenderá un recorte en la plantilla laboral? ¿Qué acciones se realizarán desde los sindicatos? ¿Habrá cambios en la modalidad productiva?

Lo que está claro es que las organizaciones sindicales que representan trabajadores de Soprole deben actuar rápidamente y en unidad, fortalecer canales de comunicación con los productores lecheros, sensibilizar a las autoridades competentes, mejorar niveles de incidencia política y aunar esfuerzos con la UITA.

El viernes último una reunión virtual congregó a Luis González, Juan Muñoz, Félix Pérez y Cijifredo Vera, de nuestras afiliadas en Chile, que representan a trabajadores de Soprole, y a Héctor “Etín” Ponce, secretario general de Atilra y presidente de la División Láctea Mundial de la UITA, y quien suscribe.

La intervención de Etín puso de relieve varias consideraciones de importancia que a continuación sintetizamos.

“Hace tiempo Atilra tenía información sobre la posible venta. Cuando estuvo en Argentina la gente de Fonterra hablando con la Cooperativa Sancor sobre la eventualidad de su adquisición, recuerdo que la empresa neozelandesa mencionó la idea de salir de Chile. Cosa que se da ahora, casi dos años después.

Ahora bien, ¿quién puede llegar? Como dijo Gerardo (Iglesias), una posibilidad es que arribe un fondo de inversión. En este caso tendremos problemas.

La actividad láctea es complicada hasta para aquellos que entienden de la misma. Más difícil aún es su manejo para quienes no están por dentro de la actividad láctea en general y de la industria en particular.

Un aspecto que juega a favor de la empresa, y en consecuencia de la estabilidad laboral, es la importancia que tiene Soprole para la lechería de Chile. Esto es una cuestión central, que no se debe desconocer.

¿Qué empresas pueden estar interesadas? Gerardo considera que puede ser el Grupo Gloria (Perú) o la francesa Lactalis, que es una compañía complicada, como lo sabemos en la UITA, sobre todo los sindicatos de Brasil, que están desarrollando una masiva campaña de lucha.

De todas formas, la adquisición de Soprole es una apuesta fuerte. No es una empresa del montón. Quien compre es porque lo pensó seriamente y llegará para quedarse.

Siempre tenemos que tener en cuenta que habrá que enfrentar a esas empresas conflictivas con los trabajadores. Pero si vienen es porque apuestan a esta parte de América y Soprole, en Chile, como lo mencioné, es una empresa importante.

Lo que se deberá investigar es cuáles son los planes de la nueva empresa. Un escenario: llega para colectar leche, secarla y exportar. También aquí vamos a tener problemas, porque esta modalidad implica menos puestos de trabajo.

Distinto es si el comprador va a continuar con la elaboración de productos o diversificar éstos en Chile, lo cual garantizará la actual plantilla y quizás genere más empleo. Por ello debemos conocer cuáles son sus metas.

Es importante para nosotros saber cuántas unidades de producción tiene Soprole, cuántos son los compañeros y compañeras que allí trabajan; cuáles son los principales problemas que hoy tienen con la firma. La idea es hacernos una composición de lugar y sacar conclusiones conjuntas para el futuro.

Quien llegue nos debe encontrar movilizados, en alianzas con otras organizaciones, habiendo golpeado todas las puertas que sean necesarias. Pero deben saber que no están solos en esta historia”, enfatizó Etín.