-¿En qué está el proceso de negociación colectiva en Soprole, Fonterra?
-La convención anterior venció el 31 de agosto, la empresa nos elevó una nueva propuesta y nosotros la rechazamos en asamblea.
La ley establece un plazo de cinco días para que la empresa eleve una nueva propuesta. Ese plazo vence el jueves a la medianoche, por lo cual si no hay acuerdo iremos a la huelga a partir del viernes.
-¿Cómo ves las posibilidades de llegar a un acuerdo?
-Es muy difícil. Nosotros partimos de la base de que Soprole ha ganado mucho dinero, como todas las del sector de alimentación durante la pandemia, pero ellos dicen que sus costos también han aumentado.
En el sindicato pensamos que esas son excusas para no dar los aumentos salariales dignos, a los que tenemos derecho.
-¿Cuánta gente trabaja en Soprole?
-La empresa está dividida en dos sectores: la parte productiva, que está en la comuna de San Bernardo, y la de bodegas, que hace la distribución nacional, ubicada en la comuna de Renca.
Entre las dos, y contando al personal de todas las categorías, somos entre 800 y 900 personas. Más los externos.
En caso de huelga, las dos plantas se verían involucradas. Más aún la de producción. Por ley tenemos que asegurar un cierto nivel de producción de leche, pero es mínimo.
-Sabes que cuentan con el respaldo del Departamento Lácteo que preside Héctor Ponce de Atilra y de la UITA en su conjunto…
-Por supuesto. Siempre nos sentimos apoyados por nuestra Internacional y los compañeros de Argentina.