Foto: Gerardo IglesiasQueríamos denunciar que se ha producido en los últimos días un incremento de la represión en Nicaragua.
Por un lado, fueron detenidos cuatro precandidatos presidenciales (Cristiana y Juan Sebastián Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga) y también dirigentes de la Coalición Nacional, de la Unidad Nacional Azul y Blanco, mujeres dirigentes del Partido Unamos que antes fueron del Movimiento Renovador Sandinista y ahora fue capturada la mítica comandante guerrillera Dora María Telles, quien dirigió la lucha contra la dictadura somocista en el combativo departamento de León.
A todos ellos se los acusa de manera absurda de “traición a la patria”. Todas las detenciones, secuestros y allanamientos han sido realizados sin las respectivas órdenes judiciales.
Es una brutal escalada que no tiene racionalidad alguna de no ser la demencial conducta represiva contra todos los que piensan diferente.
Recientemente el régimen aprobó de manera amañada una serie de leyes que imposibilitan toda forma de oposición.
Por eso, desde la Articulación de Movimientos Sociales afirmamos que el fraude electoral ya empezó.
Sabemos que el 7 de noviembre no habrá respeto a la voluntad popular. Todo ello amparado en el aparato policial y paramilitar que nos mantiene controlados todos los días. Con estas capturas últimas el régimen pretende inhibir a los posibles candidatos, pero además sembrar el terror en el país.
Al gran capital, igual que ayer, no le importa si Daniel Ortega se roba las elecciones. Se conforma con un parapeto democrático de elecciones y negociaciones que beneficien sus intereses.
Pero en Nicaragua, la juventud, los campesinos, los sectores populares de las mujeres, que somos la mayoría, seguimos apostando a un cambio verdadero que incluya justicia para los asesinados y todas las víctimas de la brutal represión.
Por eso exigimos libertad para Dora María Telles y para todos los presos y las presas políticas, con la seguridad de que solo el pueblo salva al pueblo.