La experimentada dirigente representará a la Contac a nivel internacional según decisión comunicada durante la XV Conferencia Regional Latinoamericana de la UITA, realizada en la República Dominicana a fines del año pasado
-¿Qué puede aportar la Contac en el CEL?
-Toda contribución al Comité deberá considerar el contexto político brasileño.
Como representante internacional de la Confederación participaré en las acciones conjuntas en relación a dos grandes transnacionales del sector frigoríficos, JBS/Friboi y BRF, sin dejar de lado la realidad y necesidades de nuestra base sindical.
Por otra parte el CEL es un espacio importante para que nuestra confederación pueda difundir y denunciar ante todo el mundo la realidad de los trabajadores brasileños, especialmente los atropellos cometidos por estas transnacionales, que pretenden eliminar derechos conquistados a través de la lucha.
-Tanto los trabajadores de la alimentación como los de los demás sectores, viven una coyuntura de retrocesos en Brasil. ¿Cuáles son los caminos posibles para revertir esa tendencia?
-Este año intensificaremos nuestra lucha en el sector de la alimentación, mantendremos nuestro trabajo con las bases y nuestras movilizaciones en las calles, como siempre lo hemos hecho.
También vamos a generar, conjuntamente con Rel-UITA, actividades de formación, con la creación de círculos de estudio a nivel nacional y regional. Fue así como surgió la Contac, con el objetivo de concientizar a trabajadores y trabajadoras.
-¿Cómo evalúas la participación de las mujeres trabajadoras y dirigentes sindicales a nivel mundial?
-Somos fundamentales en la lucha de clases, en el enfrentamiento a las más diversas formas de explotación, el machismo y la violación de los derechos laborales.
En el movimiento sindical, la equidad es un resultado concreto de la lucha que supimos dar las mujeres, pero falta mucho.
Logramos sonadas conquistas, como la participación de muchas mujeres en el Ejecutivo de la UITA, pero somos conscientes de que la lucha no se detiene acá.
Nuestro gran desafío ahora es lograr esta equidad en nuestros sindicatos, y eso exigirá de nosotras un trabajo aún más arduo.