“Fue otra Conferencia como nos tienen acostumbrados en la Regional, en un momento clave para América Latina donde la derecha se viene imponiendo de forma peligrosa y cuyo objetivo es aniquilar los derechos laborales y diezmar al movimiento sindical para someter aún más a la clase obrera”, señaló.
Brasil está inmerso en una grave crisis institucional, política y financiera, con un gobierno interino que llegó al poder luego de destituir a la presidenta Dilma Rousseff.
“Lo que sucedió en Brasil fue un golpe institucional, financiado por las cámaras empresariales, con la Federación de Industrias de São Paulo (Fiesp) a la cabeza, y que hoy le está pasando factura a los golpistas”, disparó Siderlei.
Recientemente fueron aprobadas leyes que según el dirigente ponen en jaque los derechos de los trabajadores: una extiende las tercerizaciones a todas las ramas de la producción, otra congela los gastos públicos por dos décadas…
“Están aprobando leyes a la medida de los empresarios. El Congreso Nacional acata con alevosía todo lo que las cámaras empresariales dictan, echando por la borda años de conquistas laborales y con el objetivo de dinamitar el movimiento sindical”, se lamenta.
Siderlei relata que uno de los recursos utilizados para golpear a las organizaciones sindicales que están usando los empresarios de su país es la publicidad en grandes medios masivos.
“La Fiesp está financiando una campaña publicitaria por la que convoca a los trabajadores a negociar directamente con los empresarios, dejando de lado a los sindicatos. La campaña dice también que las organizaciones solo sirven para sacarles la plata a los trabajadores. En este nivel estamos”, subraya.
Para el dirigente, la atomización del movimiento obrero y las disputas entre las diversas centrales sindicales hacen que el escenario sea desalentador.
En ese sentido, la XV Conferencia de la Rel-UITA propició un acuerdo entre Contac y la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria de la Alimentación y Afines (CNTA) para que desarrollen un plan conjunto de trabajo que haga frente a los embates que llegarán producto de las nuevas leyes que aplica el gobierno de Michel Temer.
“No hay una reacción unánime y en conjunto del movimiento sindical ante los atropellos de este gobierno. Sí hay movilizaciones de la sociedad civil, a la que se suman trabajadores, jubilados y estudiantes, pero no logran ser escuchadas. El gobierno es sordo, ciego y mudo ante los reclamos de su gente”, señala.
Sobre el acuerdo firmado en el marco de la Conferencia, Siderlei se mostró esperanzado.
“En breve estaremos agendando una reunión para debatir en qué puntos vamos a trabajar coordinadamente. Dejaremos de lado aquellos en los que no podremos llegar a un acuerdo y nos enfocaremos en proponer acciones en las que sí podemos trabajar entre nosotros y junto a la Rel-UITA”, concluyó Siderlei.