A mi modo de ver las evaluaciones que hemos escuchado del profesor David Navarro y de los compañeros de España, encajan precisamente con las consideraciones sindicales de la EFFAT en relación a la industria cárnica.
Pasa algo similar en España, en Irlanda, en Estados Unidos, en Brasil, en Italia: la promiscuidad por llamarlo de algún modo de la aglomeración social, las bajas temperaturas, el ritmo frenético, la humedad, la precariedad del trabajo.
Algo que es novedoso para nosotros, que descubrimos en una reunión con la Asociación de Veterinarios en Italia, es el tema de la ventilación. Si el sistema de ventilación no funciona se crea el entorno perfecto para el virus.
En la primera ola de contagios pudimos atender la situación y enfrentarnos a ella con el acuerdo bipartito, pero la segunda ola, que comenzó en agosto, ha sido más fuerte, con casi 500 contagiados en los frigoríficos del norte de Italia.
A pesar de la pandemia, no ha mejorado nada es la situación de los trabajadores en las plantas. La situación de explotación más bien ha empeorado.
Por eso es tan importante mantener la coordinación entre todas las organizaciones que representan al sector en diferentes países y articular fuerzas.