Como es común en Brasil, las tierras públicas que anteriormente estaban destinadas a la reforma agraria son objeto de enormes disputas, y quienes tienen dinero y poder siempre o casi siempre se valen de distintas artimañas para usurparlas, desde falsificar títulos de propiedad hasta amenazar o matar a líderes comunitarios y sindicales.
“Brasil es uno de los países con mayor concentración de la del mundo y uno de los más desiguales socialmente, y también el único que no tenía un plan serio de reforma agraria. Cuando el gobierno de Michel Temer toma el poder y poco después llega la presidencia de Jair Bolsonaro, la violencia aumenta”, dice Elias D’Angelo Borges, secretario de Política Agraria de Contag en este nuevo video de la serie Violencia en el Campo brasileño, producida por la Rel UITA.
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