En un comunicado dado a conocer durante una conferencia de prensa virtual, la CCC saludó a todas las organizaciones que “se mantienen en pie de lucha y en rebeldía” ante la política de terror impuesta por el régimen.
Asimismo, conmemoró y agradeció a todos aquellos luchadores y luchadoras que “han brindado su vida por una sociedad digna y justa”.
La Convergencia Contra el Continuismo repudió la “dictadura que lidera Juan Orlando Hernández” y consideró inadmisible que, después de mes y medio, “siga guardando cómplice silencio” frente a la desaparición de los jóvenes garífunas de la comunidad de Triunfo de la Cruz.
También repudió la persecución, amenaza y criminalización de defensores del ambiente y derechos humanos, a manos del Estado “en contubernio con empresarios extractivistas”, como es el caso de los defensores del agua y de la vida de Guapinol.
El equipo de coordinación de la CCC denunció las amenazas reiteradas y sistemáticas a las que están sometidas las organizaciones sociales y populares de Honduras, con particular énfasis en la represión y asesinato de integrantes del pueblo Tolupán.
De igual manera condenó la aprobación y aplicación del nuevo código penal, con el cual “se dejan en libertad a corruptos y criminales”, mientras se criminalizan a defensores y defensoras.
La Convergencia Contra el Continuismo rechazó también el colosal desfalco de fondos destinados a combatir la pandemia de Covid-19, así como la suspensión de derechos constitucionales, como “estrategia para imponer miedo y desmovilización social”.
Finalmente, ratificó su compromiso con todas las luchas en contra de la dictadura y para abrir camino hacia la recuperación del país.
“Los torturadores, los genocidas hoy se sienten derrotados, porque las y los desaparecidos están más presentes que nunca.
Sus ideas, pensamientos y ejemplo nos motivan a seguir adelante, exigiendo verdad y justicia; reclamando libertad para todos los presos políticos”, dijo Bertha Oliva, miembro de la coordinación general de la CCC.
Juan López, coordinador del Comité Municipal de Bienes Comunes de Tocoa, quien sufrió en carne propia la criminalización contra los defensores del agua de Guapinol, aseguró que unidad, historia y memoria son necesarias “para alimentar las luchas que se necesitan para enfrentar a un régimen que somete a un país entero”.
En Honduras se calcula que 184 personas fueron desaparecidas durante la década de los 80. Organizaciones internacionales aseguran que hasta podrían ser más de 200.
Para el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) estos datos sólo son la punta del iceberg de una tragedia que aún clama justicia.