Julio Flores, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (Stibys), explicó a La Rel que desde la declaratoria de estado de emergencia sanitaria el pasado 15 de marzo, Cervecería Hondureña nunca ha dejado de trabajar.
La ausencia en la empresa de medidas preventivas adecuadas, unido a la falta de transporte, hizo que más del 85 por ciento del personal decidiera quedarse en sus casas para protegerse del contagio.
Con el pasar de las semanas, Cervecería Hondureña fue intensificando la presión sobre los trabajadores para que volvieran a sus labores. El 18 de mayo todo el mundo se había reintegrado al trabajo.
“Se realizó un mitin para exigir a la empresa la implementación de las medidas de seguridad y el pago de salarios. Si bien hubo avances sustantivos en los protocolos de seguridad, la empresa se mantuvo cerrada con el tema salarial”, dijo Flores.
Los días 27 y 28 de mayo hubo otros mítines pacíficos frente a la planta.
“Nos reunimos con la empresa, llegamos a acuerdos, pero nunca quisieron ponerlos por escrito. Además, violando todo procedimiento establecido en el convenio colectivo, nos comunicaron el despido del compañero Alex Murillo”, explicó.
Según Cervecería Hondureña (AB InBev), Murillo habría dañado su imagen reportando en las redes sociales la presencia de trabajadores afectados por Covid-19 en el área de producción.
La noticia del despido ilegal de Alex Murillo enardeció aún más los ánimos. Muy pronto el mitin se convirtió en un paro de labores y una toma de las entradas de la planta.
“La protesta siempre fue pacífica y los trabajadores se mantuvieron ante los ingresos de la planta, impidiendo la salida de camiones.
La situación se volvió más tensa cuando llegaron decenas de policías, con tanquetas, listos para reprimir, como lo informó La Rel oportunamente”, señaló Julio Flores.
Frente a esta situación, Stibys hizo un llamado a la Secretaría del Trabajo para que tomara cartas en el asunto. También solicitó la intervención de la Secretaría de Seguridad para que no hubiese represión.
Finalmente, la mañana del 30 de mayo las partes se reunieron en presencia del titular de la cartera de Trabajo.
“Fue una reunión muy larga y agotadora, pero al final logramos resultados importantes y decidimos suspender el paro”, dijo Flores.
El dirigente explicó que, tras conocer la opinión legal de la Secretaría del Trabajo, la empresa aceptó reintegrar a Alex Murillo, convirtiendo el despido en suspensión disciplinaria.
Asimismo, se comprometió a no tomar represalias contra los trabajadores que participaron en la protesta, y a someterlos a pruebas de detección de Covid-19.
Finalmente, las partes decidieron volverse a reunir el próximo 12 de junio, con punto único de agenda lo relacionado con el pago de salarios del personal que se mantuvo en cuarentena del 17 de marzo al 17 de mayo.
“Aprovecho la ocasión para agradecer a todas las organizaciones que nos han apoyado y se han movilizado de inmediato.
En especial quiero agradecer a la Rel UITA por su solidaridad, por haber comunicado al mundo lo que estaba pasando. Eso nos ayudó mucho”, concluyó Flores.
En Managua | Giorgio Trucchi | Rel UITA