“Hicimos todas las gestiones junto a la FETAR para que la Secretaría de Salud del estado ofreciera a los trabajadores y trabajadoras rurales la vacuna contra la influenza de forma gratuita”, explicó el dirigente.
La Federación había solicitado el pasado 24 de abril a la Secretaría de Salud estadual que esos trabajadores y trabajadoras fueran contemplados en la campaña de vacunación, teniendo en cuenta que la tarea rural se desarrolla a la intemperie y el invierno en el sur del país suele ser riguroso.
“El argumento dado por el organismo para negar el servicio es que, desde el punto de vista de la actividad laboral, los asalariados rurales no están entre los prioritarios y nuestra mayor preocupación es que las labores rurales se desarrollan a cielo abierto y a merced de las inclemencias del tiempo”, destaca Gabriel.
Según informó el presidente de CONTAR, las organizaciones de asalariados rurales siguen reclamando este servicio ya que a los camioneros y a los funcionarios portuarios sí se les brindará la vacunación.
“Consideramos correcto que estos compañeros sean incluidos dentro de los grupos prioritarios, pero no entendemos la lógica de la Secretaría de Salud para negar la vacunación a los peones rurales que trabajamos en una industria a cielo abierto”, señala.
Una paradoja si se parte de la base que quienes producen los alimentos que luego transportan los camioneros hacia el puerto son quienes trabajan en el campo.
“Los asalariados y asalariadas rurales somos parte de las actividades esenciales y no hemos parado de producir porque somos los que hacemos posible que los alimentos lleguen a la mesa del pueblo brasilero, entonces ¿por qué nos niegan la vacuna?”.
“Somos conscientes que el gobierno federal tiene un total desprecio por la clase obrera, pero teníamos esperanzas de que el gobierno estadual entendiera que ante la inminencia del invierno, las bajas temperaturas y el aumento de las enfermedades respiratorias, se tuviera a este sector como uno de los prioritarios”, dice.
“La FETAR repudia esa decisión y vamos a recurrir al Ministerio Público de Trabajo y a la Secretaría de Trabajo para que se tomen medidas de prevención del COVID 19 entre los trabajadores y las trabajadoras del campo”, adelantó.
Gabriel apunta que los gobernantes de Brasil no toman en cuenta las necesidades básicas de un grupo de asalariados que labora para uno de los sectores más ricos de la producción como es el agronegocio.
“Se ve que somos esenciales para algunas cosas, pero para otras no”
*Confederación Nacional de Trabajadores, Asalariados y Asalariadas Rurales.
