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Son memoria. Son presente. ¿Dónde están?

Foto: Lucía Iglesias (Archivo)

Este es un 20 de mayo diferente, porque por la pandemia no podremos marchar en silencio como hace 25 años lo hacemos miles y miles de uruguayos y uruguayas exigiendo saber dónde están nuestros desaparecidos de la última dictadura.

Este está siendo un año diferente, donde la lucha social ha tenido que reinventarse e ir generando espacios virtuales, alternos para dar voz a los que en general no la tienen o para evocar la memoria a aquellos que quieren negarla.

También es el primer 20 de mayo desde que vivo en Montevideo que no podré estar para decir presente cuando se lean los nombres de todos los que nos faltan y es por eso quizá que escribo estas líneas.

Desde hace varios días, y encabezada por la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos comenzaron diversas iniciativas en las redes sociales convocando a una marcha virtual, y todos aquellos que de una forma u otra continuamos obstinadamente reclamando verdad y justicia compartimos hasta el hartazgo todo material que llega vinculado a este 20 de mayo del 2020.

Más, cuando desde el gobierno se le negó la cadena nacional de radio y televisión a Madres y Familiares.

Más aún, cuando se dice que a las mismas horas que las organizaciones convocan a decir presente, adeptos a Cabildo Abierto, también en las redes tratarán de dar un mensaje contrario.

Es sabido que a la mayoría de los integrantes de la coalición que gobierna el país desde marzo tienen fuertemente arraigado el discurso de “pasar página”, o de defender directamente a los asesinos y torturadores como lo hizo el líder del citado partido, y ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, electo como senador en las últimas elecciones.

Y cada vez que algún conocido que repite, medio sin reflexionar ese mismo discurso, le invito a hacer el ejercicio de pensar qué sentiría si alguien le arrebatara a su hijo o hija, o a cualquier ser amado.

¿Qué haría si ese alguien además se valiera de todo un aparato de estado para justificar que tu persona querida era un o una revoltosa que merecía el encierro, la tortura, la violación y en muchos casos la desaparición forzada?.

¿Qué harías si no supieras dónde está? ¿Cómo harías para cerrar el ciclo de ese dolor? ¿No querrías ver a los culpables en la cárcel?.

Los que reclaman pasar página carecen de lo más básico de ser humano, eso que nos distingue de una manada cualquiera: la empatía.

Este 20 de mayo será diferente sí, en la forma que haremos hablar el silencio, pero tendrá más fuerza y se oirá más lejos para que escuchen los desmemoriados.

Para que entiendan que no hay gobierno, ni pandemia, ni virus contra la memoria que nos impida seguir diciendo ¡PRESENTE!