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Con Juana del Carmen Brítez

Nuevo gobierno y la esperanza de mejores tiempos

La secretaria de actas de nuestra afiliada la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares de Argentina (UPACP), directora de prestaciones médicas de Ospacp y vicepresidenta de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH) conversó con La Rel sobre lo que espera del gobierno de Alberto Fernández y el perfil de la labor sindical en un sector feminizado y con altos índices de informalidad.

-¿Qué expectativas tienes con el próximo gobierno?
-Como UPACP esperamos seguir trabajando en garantizar derechos y más beneficios para todo el personal doméstico en Argentina.

Es fundamental avanzar principalmente en el trabajo de registro formal.

El presidente Alberto Fernández ha tenido un discurso que apunta a la visibilización de las mujeres y su rol en la sociedad.

-¿La UPACP mantiene como desafío la lucha contra la informalidad?
-Sí. Hasta 2013 había formalizadas 45.000 trabajadoras domésticas. A partir de ese año ̶ que fue cuando se firmó la ley de trabajo doméstico en Argentina ̶ la cifra de trabajadoras registradas pasó a 629.000.

Hubo un aumento muy importante pero todavía quedan 800.000 en la informalidad.

-Los flujos migratorios de los últimos tiempos ¿impactan también en esos números?
-Sin dudas. El 13 por ciento del trabajo doméstico en Argentina es realizado por migrantes, en general provenientes de Perú, Paraguay y Bolivia.

Pobreza, informalidad y violencia

-¿La situación de pobreza ahondada en los últimos años hizo crecer la oferta de mano de obra para el trabajo doméstico?
-Se notan dos tipos de movimientos en ese sentido porque este sector se caracteriza por un trabajo con una alta rotación.

La oferta creció porque aumentó la formalidad y también porque en familias donde el varón pierde el empleo, lo primero que surge como salida laboral y como ingreso inmediato es que la mujer busque trabajo en casas particulares.

Eso hace que las trabajadoras no exijan garantías legales, que trabajen en la informalidad, que cobren menos, que no cuenten con seguridad social y todo lo que eso implica.

-Y se padece mayores formas de violencia…
-Exacto, se vuelven completamente vulnerables a situaciones de violencia y acoso laboral.

Los trabajadores domésticos son los que más expuestos están a todo tipo de violencia, desde el hecho que no les paguen lo que les corresponde hasta agresiones físicas y psicológicas. Además de la violencia intrafamiliar, que se da en muchos casos también.

-Y suelen sufrir en silencio, porque no es lo mismo las situaciones de violencia en centros de trabajo concurridos que “puertas adentro”…
-Exactamente. En la inmensa mayoría de los casos están solas con sus empleadores y no pueden decir lo qué les pasa.

Por eso nuestro próximo objetivo como sindicato y como obra social es crear el Centro de la Mujer, un espacio que brinde atención en casos de violencia laboral o intrafamiliar además de asesoramiento y contención a todas las compañeras.

Un sindicato ejemplar

-Ustedes reafirman la acción sindical para superar problemas y desafíos que enfrenta el sector, algo que no es común en organizaciones que nuclean a trabajadoras domésticas.
-Acá hacemos una labor netamente sindical que apunta a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de nuestras afiliadas.

También sabemos que hay sindicatos de domésticas que dependen económicamente de ONG y permanecen amarrados financieramente a ellas para poder realizar talleres, publicaciones o cualquier tipo de actividad.

Ese no es nuestro caso, porque de por sí el modelo sindical argentino es otro.

-Es muy bueno ver que no pierdes el entusiasmo en lo que haces a pesar que luces cansada…
-Me encanta lo que hago, afortunadamente no estoy sola en esto, somos un equipo de trabajo, mis compañeras son mi respaldo para todo lo que da equilibrio a la organización.

La escuela de capacitación, donde trabaja mucha gente, ha obtenido buenos logros y pregona entre las afiliadas la guía sindical, que busca hacer entender qué roles cumplen la obra social, la escuela y el sindicato y que todo eso es la UPACP, un gran equipo que le pone el pecho y la pasión a todo lo que hace.

-Para la Rel UITA es un gran honor contar con una afiliada como la UPACP.
-Muchas gracias. Sé que la regional valora mucho nuestro trabajo.

No contamos con los ingresos con que cuentan otros sindicatos, pero somos mujeres, buenas administradoras, aguerridas que vamos por más.


En Buenos Aires, Gerardo Iglesias