a los gringos les dio risa”.
El pasado 6 de diciembre se cumplieron 91 años de la masacre bananera de la United Fruit Company, (hoy Chiquita Brands) en Ciénaga, Magdalena.
El 12 de noviembre de 1928 los trabajadores entran en huelga por un pliego de nueve puntos. Tres de ellos reivindicaban el cumplimiento de lo estipulado por ley. La United Fruit Company se negó a negociar.
El gobierno, indignado, intervino, como de costumbre, enviando a un militar, el general Carlos Cortés Vargas, y declaró el estado de sitio en la zona por «turbación del orden público» (toda relación con la actualidad colombiana sepa usted que no es mera coincidencia).
El general despachó el decreto 1, disolviendo «toda reunión mayor de tres individuos» (la dictadura militar en Uruguay hizo lo mismo 50 años más tarde) y amenazó con disparar «sobre la multitud si fuera el caso».
Los muertos se contaron en racimos, aunque Cortés Vargas informó que fueron 9, los mismos puntos del pliego.
De esta forma el gobierno nacional demostró a la United Fruit Company que Colombia era un país seguro para sus negocios, libre de comunistas y revoltosos.