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9º Congreso Nacional de Contac
Discurso de Siderlei de Oliveira

“Podemos hacer sindicalismo debajo de un árbol”

Entre los días 5 y 6 de diciembre se celebra un nuevo congreso de nuestra organización afiliada la Confederación Nacional Democrática de Trabajadores de la Alimentación (Contac). Una instancia especial, no solo por la situación social y política que atraviesa el país sino porque después de muchos años al frente de la Confederación, Siderlei de Oliveira deja el cargo.

La Rel transcribe a continuación lo esencial de su discurso de apertura.

Contac no centró su lucha apenas en temas salariales. Desde 1994 hemos dado grandes batallas en todo lo que atañe a los trabajadores y las trabajadoras, como fue el caso de los transgénicos y el tema ambiental.

Todos estos años de conquistas están siendo amenazados por el actual gobierno que viene gestando un retroceso social sin precedentes.

Estoy abandonando la presidencia de la Confederación con la sensación del deber cumplido, dejando para los trabajadores y las trabajadoras del sector de frigoríficos una norma (NR36) que regula su actividad y que ha permitido disminuir considerablemente el número de enfermos que antes hacían fila en la puerta de los sindicatos.

Hemos logrado que se reduzca el ritmo de trabajo en la industria frigorífica y con las pausas se ha mejorado en salud y seguridad, el principal objetivo de la larga lucha que llevamos a cabo.

Quizá no tuvo mucha publicidad, pero se hizo mucha cosa desde la Contac, sobre todo en la negociación colectiva para mejorar las condiciones laborales en la industria de la alimentación.

A mi sucesor le queda la misión de unir tropas y volver al ataque en las negociaciones con las empresas, más ahora con un gobierno que ha jaqueado a un movimiento obrero que ha perdido capacidad de financiamiento y debe enfrentar leyes que favorecen únicamente a los empresarios.

Haber quitado el impuesto sindical, que era la forma de solventar a las organizaciones, fue duro, pero no es el fin del mundo. Siempre insistí en la idea de que para hacer sindicalismo no necesitamos lujos. Debajo de un árbol podemos hacerlo.

Ese cimbronazo sirvió para recordarnos cómo hicimos para erigir la CUT en su momento, durmiendo en colchonetas, entrando de polizones en hoteles.

Hace 14 años que lucho contra varias afecciones de salud. Por eso también me hago a un costado.

Pudimos organizarnos y capacitarnos durante la dictadura militar, así que ahora podemos volver a hacerlo.

La situación actual no es muy distinta, porque la violencia y la impunidad son moneda corriente en este Brasil de hoy.

Quiero agradecer su presencia, este es mi último congreso, pero no será mi última lucha.

Siempre estaré con ustedes”.