Según Silvia Trujillo, investigadora social en temas de derechos de las mujeres, las cifras de violencia de género “se mantienen sencillamente porque los hombres pueden seguir agrediendo” en función de que la sociedad lo normaliza y el sistema de justicia no lo castiga.
“Tenemos una sociedad que no reprueba el hecho de la violencia con la contundencia que debería reprobarse. Se puede ver cotidianamente cuando a una mujer la acosan sexualmente en la calle, que no respondemos socialmente y la dejamos sola enfrentando a los agresores”, agregó.
La Secretaría de la Mujer del Ministerio Público relevó en 2019 más de 53 mil casos de agresiones físicas, sexuales y psicológicas contra mujeres.
Más de 6.000 de ellas fueron por violaciones, pero sólo una tercera parte llegó a la justicia y de ellas apenas el 26 por ciento tuvo sentencia condenatoria.
En el departamento de Quetzaltenango más de 2.300 mujeres denunciaron en 2019 haber sido víctimas de violencia, más de siete denuncias por día, las cifras más elevadas del país relevadas por el Ministerio Público.
El Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Osar), la Red de Organizaciones de Mujeres Indígenas por la Salud Reproductiva (REDMISAR), la Red Departamental de Hombres por la Salud, Educación y Nutrición y los Jóvenes Artistas por la Justicia Social de ese departamento lanzaron una campaña para alertar sobre la gravedad del problema.
Todos esos organismos incluyen al embarazo adolescente e infantil como una forma de violencia contra la mujer.
Casi 4.000 niñas y jóvenes de entre 11 y 19 años son madres en Quetzaltenango, de acuerdo a un relevamiento del Osar.
“Necesitamos provocar una sensibilización y concientización a la población para que se erradique este problema. La violencia en el hogar tiene consecuencias en la niñez y juventud”, dijo Noemí Racancoj, integrante del Observatorio en ese departamento.
“Se debe hacer entender a los hombres que cada mujer es dueña de su cuerpo y tiene derechos sexuales y reproductivos”, alertó.
La Red Departamental de Hombres afirmó a su vez que “ha llegado del momento de que los hombres sean parte de la solución y no del problema”.
“Tenemos que emprender un trabajo de sensibilización entre la población masculina”, dijo Jaime Ajtun, coordinador departamental de la Red.
De acuerdo al censo de 2018, las mujeres son más de la mitad de los 17,5 millones de habitantes del país.