El dirigente sindical recordó que la mitad de las mujeres y hombres que trabajan en las cadenas productivas de melón, uva y mango en el Valle de São Francisco y Río Grande del Norte lo hacen solo durante unos pocos meses al año y en condiciones de precariedad absoluta.
No es de extrañar que se encuentren entre el 20 por ciento más pobre de Brasil.
“Luego de la reforma laboral las empresas del sector se creen en el derecho de precarizar aún más las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de la fruticultura irrigada. Nosotros acostumbramos a decir: frutas dulces, vida amarga”, dijo Saldanha.
“Incluso las empresas que tienen certificaciones de excelencia no brindan las instalaciones adecuadas para que sus trabajadores y trabajadoras se alimenten, descansen o realicen su higiene personal”, afirmó.
Según el dirigente lo que les resta es defender las convenciones colectivas ya conquistadas, aunque considera que con la reforma, la legislación laboral está completamente fragilizada.
“A pesar de este escenario, con la Fetaern hemos logrado acuerdos que mantienen beneficios en el sector productor del melón, la uva y el mango, pero en la mayoría de los casos se torna difícil la negociación colectiva, sobre todo porque las empresas se están basando en el aspecto de la norma donde se estipula que lo negociado está por sobre lo legislado”, explicó
Ante esta realidad, tanto los sindicatos como las federaciones de asalariados rurales están realizando un trabajo fuerte en el campo, convocando a los trabajadores y trabajadoras para tratar de mantener conquistas.
“Si fuera por las empresas y por la falta de garantías laborales en la que nos encortamos, estaríamos en un retorno a la esclavitud. Solo no es tan drástico porque quedamos organizaciones sindicales combativas que seguimos luchando por la defensa de nuestros derechos y nuestras conquistas”, subrayó.
En la zona del Valle de Sao Francisco se cultivan melones, papayas, mango, bananas, uvas y ananá. La mayoría de la producción es exportada hacia Europa y más recientemente hacia el mercado asiático.
Por otra parte los trabajadores y trabajadoras del sector están en constante riesgo de contaminación por agrotóxicos.
Brasil es uno de los países campeones mundiales en la aplicación de venenos agrícolas.
“Las trabajadoras presentan un cuadro de mayor vulnerabilidad, apunta el dirigente. Además de tener menos oportunidades de trabajo y ganar menos que los hombres, su salud está constantemente vulnerada porque es absurda la aplicación de agrotóxicos en las plantaciones”.
Finalmente Saldanha agradeció a la Rel UITA por el apoyo brindado a los asalariados y asalariadas rurales de Brasil.
“Agradecemos este contacto con la Regional, para nosotros es un honor trabajar con gente tan comprometida como lo es el equipo de la Rel”.