Rommel, un joven maestro de 23 años, fue víctima del “falso positivo” de la quema de unas llantas en la entrada de la embajada de Estados Unidos el pasado 31 de mayo, en el marco de las protestas de la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación.
Fue acusado de “daños” e “incendio agravado” y el juez dictó auto de formal procesamiento con prisión preventiva en la cárcel de Tamara, en las afueras de la capital.
Sorpresivamente las autoridades penitenciarias obviaron la disposición judicial y lo enviaron a la cárcel de máxima seguridad “La Tolva”, a más de 60 kilómetros de Tegucigalpa.
En más de una ocasión, tanto los familiares de Rommel como el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) y el Comité Pro-Liberación de Presos Políticos denunciaron que las autoridades se están ensañando con él para mandar un mensaje de terror a los jóvenes que protestan.
Ante esta situación, la Rel UITA, junto al Cofadeh y al Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Brasil, impulsó una campaña internacional para la liberación de Rommel Herrera y todos los presos políticos de Honduras.
Después de la decisión del tribunal de otorgar medidas alternativas a la prisión a los otros dos presos políticos, Edwin Espinal y Raúl Álvarez, se espera que también a Rommel se le permita defenderse en libertad.
“El Cofadeh ya presentó la solicitud de revisión de medidas y estamos esperando la respuesta del juez que tiene 48 horas para pronunciarse”, dijo a La Rel, la profesora Mari Cruz Portillo, mamá de Rommel.
“Rommel no está muy bien y su estado psicoemocional va deteriorándose cada día más. Ya le diagnosticaron una depresión severa. Es necesario que salga”, agregó.
El pasado 5 de agosto, Edwin Espinal, Raúl Álvarez y Rommel Herrera iniciaron una huelga de hambre por la grave situación de inseguridad e insalubridad en que vivían, y el silencio cómplice de las autoridades penitenciarias.
Su lucha fue respaldada por varias organizaciones y personalidades que iniciaron un ayuno frente al Ministerio Público en Tegucigalpa. La Rel UITA acompañó la protesta.
“La lucha y la solidaridad nacional e internacional fueron un éxito. Edwin y Raúl pudieron salir y a Rommel lo trasladaron a otro módulo y está colaborando en el área de cocina.
Las condiciones son más dignas y lo podemos visitar una vez por semana.
Esto no quiere decir que ya su vida no corre peligro ̶-aclaró Mari Cruz Portillo̶- , porque siempre se trata de una cárcel de alta peligrosidad. ¡Él tiene que salir ya!”.
La mamá de Rommel aprovechó para agradecer a la Rel UITA, Cofadeh y al MJDH por la “campaña emblemática y contundente” desarrollada en estos meses, y pidió continuar atentos “a lo que pueda pasar en las próximas horas”.
En Managua, Giorgio Trucchi | Rel-UITA