En 2019, en consonancia con el hincapié general de la OMT en las habilidades, la educación y el empleo a lo largo del año, la celebración del Día Mundial del Turismo se articulará en torno al tema de “Turismo y empleo: un futuro mejor para todos.”
En España sigue aumentando el número de turistas, pernoctaciones, ocupaciones, ingresos por turismo y empleo para sus hoteles en lo que llevamos de año.
Hasta agosto, se han registrado las cifras más elevadas desde 1999, año en el que el INE comenzó a analizar estadísticamente este dato.
En ese sentido podemos afirmar que de enero a agosto sigue el incremento en todos los parámetros con respecto a 2018: crecimiento del 3,79 por ciento en viajeros, del 1,54 en pernoctaciones y del 2,66 en empleo, mientras el gasto medio por turista anual creció 3,40 por ciento y el gasto diario 4,90.
La rentabilidad sigue aumentando: así, la facturación media diaria de los hoteles por cada habitación ocupada (ADR) ha sido de 89,61 euros, con una subida del 1,8 por ciento con respecto al año anterior, y el ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) ha alcanzado los 60,37, un 3,08 por ciento más que hace un año.
Los datos de la EPA del sector de la Hostelería correspondientes al segundo trimestre del 2019, a simple vista, son aceptables, sobre todo si lo comparamos con años anteriores donde la destrucción de empleo era la tónica general.
Un estudio pormenorizado de los mismos nos demuestra que esta creación de empleo que se viene produciendo tiene una cara netamente femenina.
Efectivamente, si nos atenemos única y exclusivamente a los números, el sector de la hostelería ha tenido un incremento de 2.408 empleos en este segundo trimestre con respecto al mismo del año anterior (+0,17 por ciento).
En 2018 eran 1.414.982 las personas que trabajaban en conjunto de la hostelería; en el segundo trimestre de 2019 son 1.417.390.
Mientras las mujeres han incrementado su presencia en este sector en 19.469 personas con respecto al mismo trimestre del año anterior (+2,49 por ciento) los hombres la han visto reducida en 7.061 personas, un 2,69 por ciento menos que hace un año.
Los contratos indefinidos han subido un 6,36 por ciento (55.026 empleos más), incrementándose tanto el contrato indefinido a tiempo completo (6,31 por ciento) como a tiempo parcial (6,57 por ciento).
Por su parte, el contrato temporal ha tenido un descenso del 9,56 por ciento, lo que se traduce en 52.619 personas menos trabajando con este tipo de contrato; el contrato a tiempo completo ha descendido un 9,18 por ciento y el de tiempo parcial 10,02.
Entendemos que este “cambio” de contratos temporales a indefinidos y de tiempo parcial a tiempo completo se debe a la continua denuncia que desde CCOO venimos realizando durante muchos años en todos los ámbitos.
En la negociación colectiva, en las Inspecciones Provinciales de Trabajo, hemos acreditado ampliamente el abuso que los empresarios estaban haciendo de este tipo de contratos fraudulentos, donde a los trabajadores se les hacía un contrato de 2 o 4 horas y realizaban jornadas de 10 y 12 horas diarias.
A pesar del aumento de la estabilidad y del tiempo completo, sigue habiendo pocos inspectores de trabajo y medios para que estos puedan atajar este mal endémico existente en el sector de la hostelería.
Además, haría falta ya que se derogasen las reformas laborales que, en gran parte, son las culpables de la precariedad que aún tienen que soportar las trabajadoras y los trabajadores del sector.
Por último, están las noticias acontecidas esta última semana sobre la suspensión de pagos de la tour operadora inglesa Thomas Cook.
La empresa deja alrededor de 200 millones de euros pendientes de cobro a los hoteleros españoles, casi 1 millón de plazas aéreas reservadas con destino a nuestro país que ya no estarán operativas, más de 2.500 empleos directos de la firma en sus hoteles y oficinas establecidas en España.
Y también unas consecuencias indirectas de tremendo impacto económico, fundamentalmente para Canarias, Baleares y otros destinos de sol y playa como Andalucía o Valencia.
Ello nos obliga a replantearnos el modo de actuación de los grandes tour operadores en un mercado que acusa las consecuencias de los cambios globales en las pautas de consumo.