Sicarios fuertemente armados a bordo de motocicletas asesinaron al presidente del MUCA, José Ángel Flores el pasado 18 de octubre.
Su vida fue segada en el marco de un conflicto agrario originado por la expansión sin control del monocultivo de palma africana, la falta de acceso a la tierra para miles de familias del medio rural y la impunidad reinante en Honduras.
La Rel-UITA se suma al clamor mundial por justicia y exige la condena de los autores materiales e intelectuales de este crimen.